Entre luces con Lynette M. Pérez Villanueva

Voces Emergentes

Lynette Mabel Pérez Villanueva nace en Moca, Puerto Rico en el 1976. Trabaja en National College, tiene una Maestría en Artes del Lenguaje de la Universidad Interamericana. Es ganadora de premios nacionales e internacionales y sus obras han sido publicadas en revistas literarias en Latinoamérica y España. Sus obras son: Imaginería (2010, Isla Negra), Psicodelias urbanas (2012, edición de autor), Ciclos (2015, edición de autor), y Piel de laboratorio (2016, edición de autor). En Mundo cero (2013, Ediciones Verde Blanco) es coautora. En Mujer moderna (2013, Ediciones Verde Blanco) y Ars Memoriae (2014, Ediciones Verde Blanco) también es coautora. Ha participado en el Festival Internacional de Poesía en Puerto Rico y en el Festival Grito de Mujer y también ha sido periodista cultural.


(IM) Naciste poeta y publicas por vez primera en el año 2010. Tu poesía, según descrita por ti se acercaba al anti poema. Sin embargo, nunca me ha parecido así. Eres una intimista social que emplea herramientas y locuciones necesarias y pertinentes según la temática. De ahí que tengas varios importantes poemarios tales como Imaginería, Psicodelias urbanas, y un primer libro en coautoría Mujer moderna en el que ensayas el erotismo desde una perspectiva de denuncia social, un poemario de claro corte feminista. Sorprendes a tus fans en el 2013 con un segundo poemario titulado Mundo Cero, ¿qué te llevó a incursionar de tu estilo intimista social a la zona literaria de lo fantástico, ya anunciada en Imaginería con poemas como “Lamia” y “Mundos paralelos” ?, y ¿a la zona de la ciencia ficción?

(LPV) La muerte de uno de mis escritores de culto de esos que siempre ha estado en mi cabecera. Me refiero a Ray Bradbury, al que de hecho le dedico un poema póstumo “Cenizas en una cápsula sin tiempo”. Lo que es Asimov y Bradbury enriquecieron mi adolescencia. El poemario abre con un epígrafe de Asimov que dice: “Solo hay una guerra que puede permitirse el ser humano: La guerra contra su extinción.” Mundo cero es esta guerra.

(IM) Es muy profunda y novel la reflexión del poemario. Dinos cuál es el poema o la serie de poemas que más ha impactado a tus lectores de Mundo cero.

(LPV) Recientemente me musicalizaron unos poemas de Mundo cero, que son de los que más impactan, a pesar de su brevedad, me refiero Contacto y Serial. Otros son I Kid, Casa azul e Inventario para un testamento que fueron convertidos en video poemas en YouTube por estudiantes de la Politécnica.

(IM) Este homenaje que le rindes a Bradbury toma un rumbo diferente al de su estilo ciberpunk pesimista. Me gustaría que abundaras y nos contaras de ese fin del mundo en este libro de ficción lírico-científica.

(LPV) Es que estamos en un mundo hiperconectado, no hay tiempo para la introspección, demasiados distractores que nos sacan de la reflexión necesaria para mejorar. Y eso es el ciberpunk. Ese halo de falta de fe, de desconocimiento de sí mismo. Aunque hay otros tipos ciberpunk como el del poema Retorno, cuyo título nos dice que no hay extinción, que queda espacio para la esperanza y no es solo en este poema, el saldo que da Mundo cero es positivo.

(IM) Te destacas por estar siempre en muchas partes y llevar a tus colegas contigo también. Cuéntanos de tus incursiones en la coautoría. ¿Cómo surge el concepto y qué comentarios ha suscitado?

(LPV) Surge como un juego entre poetas, casi sin darnos cuenta, llegamos al cadáver exquisito. Algo que no es nuevo, si no que ha sido practicado desde el surrealismo francés, que sepamos. Me gusta porque me da la oportunidad de interactuar yo y mis letras con otros poetas. Siempre se ha visto la poesía y la literatura como un acto solitario y yo no creo que necesariamente deba ser así. Uno de los primeros autores con los que trabajé fue con Antonino Geovanni por nuestros múltiples puntos de contacto. Además, para él, las letras son su forma de salir de las cuatro paredes de su celda. Él me presentó a quien sería una de mis más caras amigas, más que amiga, hermana, Karina Gómez, con la que escribí luego un libro a dueto, titulado Mujer moderna, cuyas principales preocupaciones son la psique de la mujer, su integridad física y su rol social. Este no fue el único, más tarde, daría a luz Ars Memoriae con Miranda Merced donde se viven las etapas humanas: Nacimiento, niñez, adolescencia, adultez, vejez y muerte. Estas colaboraciones me parecen importantes por ser un acto de desprendimiento del yo para abrazar el nosotros.

(IM) Hasta la publicación de Piel de laboratorio, tu intimismo lírico no había transitado el tema erótico con tanta atención. En este poemario se observa una filiación neorromántica del mismo con toques de un feminismo elegante e intenso. ¿Cómo describirías el proceso de escritura de este poemario?

(LPV) Mi misma etapa evolutiva me fue llevando a transitar los senderos de Eros y Thanatos. Ese pétaloamor y ese amorviolencia; así los defino, los trazo y los vomito. Tal vez con los años estos temas enraízan más fuertemente en uno. El proceso de escritura fue visceral, diría, aunque también están mis lecturas: Poe, Siddal y Emily Dickinson. Todos ellos clásicos románticos, como mi poemario. Me empeñé en trabajar mucho su atmósfera como una nostálgica, nocturna, agridulce.

(IM) ¿Qué opinas de la literatura puertorriqueña actual y tus colegas contemporáneos en cuanto a la producción poética en Puerto Rico?

(LPV) Como comenté y también comentaron otros compañeros, recientemente en una red social, la literatura puertorriqueña está dividida en grupos que hasta se excluyen ellos mismos de sus propios grupos. No llegamos más lejos porque no nos respetamos entre nosotros y el respeto consiste en la inclusión y la persistencia de un trabajo en equipo. A veces lo hay, pero a veces no lo hay. Vemos la labor como un pasatiempo cuando es un trabajo al que damos la vida. Es nuestra sangre corriendo la que nos ciega, por no decir, ego. Debemos validarnos más en todas las categorías y géneros en las que escribimos, para unirnos en nuestra diversidad. No poner límites, trampas ni censuras. Tenemos muy buena literatura, muy buenos escritores y críticos. Nuestros colegas deberían saberlo de nuestros labios, no en sus viajes a otras latitudes. Por mi parte, mi visión es una de amplitud y de estímulo.

(IM) ¿Qué te queda por hacer como habitante del parnaso?

(LPV) Quiero hacer una revista en vivo, cuya existencia culmine cuando ya no necesitemos un respiro. Un poemario titulado Memorial y un poemario infantil.

(IM) Gracias por la oportunidad que nos has dado para darte a conocer más. Te deseamos mucho éxito.