Las elecciones y el fortalecimiento de la independencia y el socialismo

Caribe Hoy

altSe celebró el Grito de Lares en un clima patriótico unitario. Pero se acercan las elecciones. ¿Cómo promovemos el fortalecimiento de las fuerzas patrióticas y socialistas en esta coyuntura electoral? Sugiero que esa debe ser una de las preguntas principales a ser meditada, abordada y contestada por los socialistas e independentistas puertorriqueños.

El socialismo significa socializar los medios de producción con la construcción de un nuevo estado para redistribuir la riqueza generada por el trabajo en servicios esenciales a toda la sociedad. La independencia significa conquistar todos los poderes de la soberanía de la nación puertorriqueña para ponerlos a su servicio y decidir los rumbos y programas que mejor convengan a nuestra nación. Poderes soberanos que el gobierno de la nación interventora norteamericana niega a nuestra nación por la fuerza militar, legal y hegemonía ideológica.

Lamentablemente no se pudo configurar expresamente un frente electoral abarcador de todas o la mayoría de las fuerzas patrióticas y de izquierda. Eso ha sido responsabilidad de todas las organizaciones políticas grandes y pequeñas del patriotismo y la izquierda.

El socialismo no está representado en las elecciones en ninguno de los programas de los partidos. Ninguno de los partidos plantea un programa socialista. Dos partidos plantean, con ciertas variantes y énfasis, un programa socialdemócrata, es decir redistribuir una parte de la riqueza generada por el trabajo pero manteniendo el estado liberal burgués y el sistema capitalista privado de producción: el PIP y el PPT. Sólo un partido, el PIP defiende la independencia en las elecciones. Dentro del PPT y su liderato hay compañeros que en su plano personal creen en la independencia nacional y el socialismo, pero no los fomentan como partido, sino que como institución, el PPT busca reformas mediante un gobierno eficiente dentro del orden colonial burgués existente, y aunque han incorporado el mecanismo de la asamblea constitucional de estatus como mecanismo de descolonización, el PPT no asume posición o preferencia de estatus.

Pues ante esa realidad tenemos que ser cautelosos y evitar comentarios en los medios y redes sociales que profundicen el rencor y desunión del patriotismo y la izquierda. A la misma vez hay que tomar posiciones, evadir la indesición cobarde y tomar una decisión de qué hacer frente a las elecciones. Las elecciones son un foro, un medio para difundir nuestros fines. Además de las elecciones hay miles de espacios disponibles educativos y organizativos para adelantar los fines de la independencia y el socialismo.

El problema consiste en que al no haber un frente unido electoral patriótico, socialista y de las izquierdas, se ha generado una competencia por el espacio electoral. Algo similar, claro con sus diferencias del periodo histórico, ocurrió en el 1976 cuando el PSP le retó el espacio electoral al PIP, lo que fomentó agrias disputas, la desunión y rencores dentro del patriotismo. Con la diferencia de que el PSP defendía un programa socialista y ahora no hay partidos electorales que defiendan el socialismo como alternativa política y económica.

Hay grupos y patriotas que plantean el boicot electoral. Se les respeta esa decisión. Pero según mi modo de ver el retraimiento electoral como campaña activa no es tan efectivo en este momento histórico porque la mayoría del pueblo humilde acudirá a votar y con el retraimiento electoral se pierden foros y espacios para educar al pueblo sobre los fines de la independencia y el socialismo.

Sugiero que los que creen en el retraimiento electoral, en vez de concentrar sus energías en criticar agriamente a los que van a votar, pues que expresen con respeto su posición, aunque considero que deben aprovechar sus energías para organizar y educar al pueblo en otros espacios distintos al espacio electoral. Son miles los espacios disponibles y por desarrollar tanto en la isla como en la diáspora, talleres educativos para formación de cuadros, luchas reivindicativas ambientales, comunales, sindicales, universitarias y de escuelas secundarias y autogestionarias.

Para los independentistas y socialistas que creemos en utilizar las elecciones en esta coyuntura como medio táctico, lo vemos como medio flexible. Es decir, nunca un medio de lucha reviste cuestiones de principios. El análisis debe ser uno histórico ético político concreto para determinar si es bueno o malo, si adelanta o no los fines de la independencia y el socialismo.

Considero que como hay un solo partido que defiende la independencia en las elecciones (el PIP), en una coyuntura de colonialismo descarado como la imposición de una Junta de Cobro Imperial, pues el deber de todo independentista y socialista debe ser respaldar en la papeleta electoral nacional al único partido que defiende la independencia nacional en su programa. Por eso recomiendo que el voto sea para el PIP en la papeleta nacional. Ello ayudará a que el por ciento que refleje la independencia en el resultado electoral sea mayor. A su vez ayudamos a que el único partido independentista quede inscrito. En las papeletas legislativas y municipales se puede combinar con votos mixtos por excelentes candidatos de ese mismo partido o de otros partidos o candidatos como Juan Dalmau, Denis Márquez (PIP), Felix Cordova, Amarilys Pagán, Jorge Farinaci (PPT), Vargas Vidot, Marilú Guzmán (independientes).

Ya se celebró la efeméride del Grito de Lares en un clima de unidad patriótica. Ahora resta que en las demás actividades del movimiento patriótico y socialista que se avecinan fomentemos un espíritu de respeto a las diferencias y podamos articular la mayor cantidad de actividades unitarias que sean posibles. En el frente electoral seamos cuidadosos y respetuosos en las expresiones escritas, incluyendo las redes sociales, fomentemos un debate de ideas elevado, culto, sin ataques personalistas, evitando la superficialidad. Lo esencial es el debate de ideas. Eso educa y nos ayuda en las tareas libertarias y por la justicia social. Es importante que respetemos la diversidad porque es imposible que en una sociedad compleja, en un movimiento patriótico y socialista diverso haya unanimidad de criterios. La uniformidad es imposible y dañina. El respeto y el debate de ideas fraternal, abierto, sin corta pizas ni amenazas, sí es posible y saludable porque aduca. Debemos cultivarlo ahora en la coyuntura electoral y luego de ésta.