Tubérculo Presidente o la industria de cine dominicana que a veces no discierne

Cine caribe

altCasi todo frente a la cámara es cine. A veces, puede ser cine de arte. Pero a veces, lo que se graba frente a la cámara, no es cine. Por lo pronto, no es buen cine. Tubérculo Presidente (Dir. Archie López, República Dominicana, 2016), nos provoca una interesante reacción de naturaleza mixta: entre buen cine de masas de entretenimiento, y un filme llegado a medias que no pudo realizarse adecuadamente.

Dicho lo anterior, Tubérculo Presidente, bajo la industria de cine dominicana que hoy por hoy es la más desarrollada, ambiciosa y con capacidad económica en el Caribe, se centra en la vida de dos personajes campesinos que llegan al “Palacio Presidencial”. Son estos Tubérculo Gourmet (Raymond Pozo) y Tirson Dolores (Miguel Céspedes). Estos llegan al palacio, por una candidatura exprés inventada por los grandes intereses, y se mudan allí con sus esposas, nietos, animales domésticos y sobre todo con las tradiciones de campo.

Para una industria de cine tan diversa como lo es la dominicana, la selección temática en principio es curiosa, pero más que nada es única. Hacía mucho tiempo, que el cine dominicano no se concentraba en los campesinos de su país y su fortuna. Esto nos trae a una actuación previa de Raymond Pozo, en Perico Ripiao (Dir. Angel Muniz, Republica Dominicana, 2003), en la cual el campo, lo popular, y las costumbres patrias también se confunden. Dicho esto, el cine contemporáneo dominicano hoy, es mucho más urbano.

En esta medida, el filme se pierde en una temática del campesinado dominicano un tanto estereotipada y confusa para el público urbano que es el que va a los cines. Las actuaciones de Pozo y Céspedes, los actores principales, son por decir lo mínimo, adecuadas. Han tenido mejores ejecuciones en el pasado.

Para el director López, quien es venerado por su serie de cine dominicano Lottoman (2011, 2012 y 2014), Tubérculo Presidente, no es su mejor esfuerzo. Pese a su capacidad de producir riqueza económica en el cine.

En fin, entretenimiento para toda la familia. Usted, por momentos se ríe. Usted decide verla.