Roman Israel, Esq. o lo difícil de querer a quien no se deja querer

Cine caribe

altIr a ver a Denzel Washington es siempre un lujo de esta generación de cine-aficionados. Sigue siendo hoy por hoy, uno de los mejores actores de Hollywood. Su trabajo es consistente, impecable y él como actor clásico tiene una capacidad de “apegarse” al personaje que es difícil saber dónde termina uno y comienza su persona.

En su más reciente aparición cinematográfica, Roman Israel Esq. (Dir. Dan Gilroy, EE.UU., 2017), Washington representa a un abogado de primera en redacción de memorandos jurídicos, pero de segunda o tercera categoría en su trato al cliente o demás colegas de una firma. Una persona que, pese a sus buenas intenciones políticas y luchador de causas sociales, es una persona imposible de asumir en el trato interpersonal. Peor aún, es tan difícil el personaje que, en muchas ocasiones, las buenas intenciones se pierden o se esfuman, ante otros personajes que son humanos y se desentienden de la conducta antisocial de Israel/Washington.

La película es por momentos muy difícil de seguir por lo complejo del personaje de Israel. Un acierto al director y guionista Gilroy en haber escogido a Washington. Este actor sin lugar a duda supo encarnar a este personaje en su complejidad. Sobre todo, que desde una mirada de la izquierda histórica, Washington/Israel, supo encarnar muy bien el desarrollo de una mirada crítica de la lucha y los luchadores; ahora bien, lo complejo es cuando Washington/Israel intenta transmitir ese legado de los 1960 y 1970 a las nuevas generaciones.

Lo interesante de la película que como otros trabajos recientes, como Baby driver (Dir. Edgar Wright, EE.UU., 2017), manejan muy bien la cultura retro. A los que le gusta la cultura de los acetatos (discos en pasta o LP), y la música de Soul Train y el jazz clásico o smooth, entonces deben de ir a ver esta película.

En fin, como todo lo que hace Washington, es un filme memorable. Una buena dirección para un director poco experimentado, pese a venir de una familia de grandes cineastas. Los Gilroy son tres hermanos que se criaron “cerca” de Hollywood, pero no dentro de, y tienen un ojo muy curioso. Pensemos solo en la película clásica del otro hermano, Michael Clayton (Dir. Tony Gilroy, EE.UU, 2007).

Adelante, hay que verla, aunque sea solo para sentirse mal con el personaje de Roman Israel, Esq. Adelante.