American Made o venerar al héroe equivocado

Cine caribe

Un filme que pasó sin ton ni son, pero que ha estado en cartelera en Puerto Rico en los pasados meses. American Made (Dir. Doug Liman, EE.UU., 2017). Se trata de una película de policías, agencias secretas de inteligencia, droga, y la revolución Sandinista. En fin, un mejunje interesante para un película del héroe que usted no puede utilizar como modelo para educar a su hijos e hijas.

Barry Seal (Tom Cruise) es un piloto de TWA. Entonces, un día, la CIA, literalmente hablando, lo contrata para trabajar en una misión alterna (es decir, ilegal). De ahí, con unos aviones turbohélices muy sofisticados, el aprende a volar las misiones de la CIA, y también a trabajar para los carteles de la droga de Colombia. Entonces se torna en un doble empresario, siempre en actividades ilegales.

A partir de ahí, la película es un homenaje a la ilegalidad, y uno se siente que, ética y moralmente uno celebra las astucias y peripecias de Seal/Cruise y su equipo de trabajo de contrabando. En este sentido, como todas las películas que empiezan con el sustantivo, American, terminan siendo un homenaje al aventurero/a hombre/mujer que haciendo lo ilegal hace el bien en la historia americana.

Lo mejor de la película es la actuación de Tom Cruise. El sub-texto del escándalo del ya olvidado Irán-Contra Gate con Oliver North y Ronald Reagan a la cabeza, y es bastante secundario e insignificante. Lo real de la película es la actuación de Cruise que nos dio en esta película una de sus mejores actuaciones, nominable al Oscar, en mucho tiempo.

La pueden ir a ver a su sana discreción. No me muero por verla, pero me entretuvo.