Es una película simpática. La tribu (Dir. Fernando Colomo, España, 2018) es una apacible comedia española. Ni muy muy, ni muy poco, poco. Es un buen balance, sin caer en lo ridículo, entre la comedia y el drama, entre la zarzuela española y el breakdance.
La trama es sencilla Virginia (Carmen Machi) es madre, pese a que dio su primer hijo en adopción cuando ella tenía apenas 16 años. Así las cosas, su hijo biológico, Fidel García Ruiz (Paco León) un día la busca. Acosado por sus traumas al rechazo, el hijo busca a la madre, y en el encuentro pautado sufre un accidente por el cual pierde la memoria. A partir de este momento, la película como tantas otras similares, es la lucha por rectificar el tiempo perdido y el dolor causado.
Lo interesante de la película es que mezcla el trauma del hijo abandonado, con la madre en lucha por recuperar el tiempo perdido, y todo esto al ritmo de la música y la danza corporal. Inteligente película que a partir de la danza mezcla una fuerte crítica a la cultura neoliberal dominante, mientras la tropa de mujeres danzantes, varias de ellas desplazadas del mundo del capital, protestan a su estilo y forma. Feminismo, contra cultura y resistencia. Todo a partir de las “Mamies”, como se llamaba el grupo de baile.
La trama mezcla de forma correcta el pasado del hijo como director de recursos humanos en una empresa, el despido de 300 empleados, y la lucha y resistencia de los desplazados. Buenísima la película para recordarnos a Puerto Rico en el 2018.
Hay que verla porque es cómica. Pero también por ser una película contestataria en casi todo. Adelante, buen cine.