La Adictiva Quenepa

Fogón Caribeño
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Es verano y época de quenepas. Aunque están temporeramente vedadas en mi casa en lo que crecen mis niños tengo que decir que son adictivas. Se debe tener cuidado al consumir el fruto fresco, especialmente por los niños, ya que la semilla rodeada por la pulpa es resbaladiza y peligrosa. La quenepa la disfrutamos en Centro y Sur América, así como el Caribe y hasta la Florida. En diversas partes se les llama de diversas formas: mamón, mamoncillo, motoyoé, maco, quenepa, papamundo, limoncillo, huaya, guaya o guayo aunque su nombre científico es Melicoccus bijugatus.

Es una fruta pequeña, cáscara verde y redonda de aproximadamente 2 a 4 cm de diámetro y se agrupa como las uvas. La pulpa madura es de color salmón, agridulce y de textura etérea, jugosa y gelatinosa. Contiene en su centro una semilla grande y resbaladiza y si es tragada accidentalmente puede atorarse en la garganta y causar la muerte por sofocación. A veces puede tener dos semillas en una misma fruta.

En Puerto Rico se disfruta de muchas maneras siendo las quenepas frescas las favoritas de todos. ¿Qué mejor que comer unas quenepas Ponceñas? También se hacen dulces, mermeladas y hasta flanes de quenepa. En nuestra isla de Vieques se produce el mejor licor de quenepas, el Bilí.

Aquí les incluyo una receta sencilla de Bilí. Se colocan de 20 a 30 quenepas sin cáscara en una botella de cristal de tapa ancha. Añadimos ¾ de taza de azúcar y un litro de ron blanco. Se tapa la botella con tapa de plástico y se agita diariamente por tres a cuatro semanas. Se sirve en copitas o vaso pequeñitos.