Sorry to bother you o la revolución cinematográfica de los afro-americanos

Cine caribe

altTodo el mundo le prestó atención, en negativo, al evento que la Organización Nacional para el Mejoramiento de la Gente de Color (por sus siglas en ingles NAACP), le dio en su convención al gobernador de turno Ricardo Rosselló. Algo insólito, terrible, pero esta organización histórica de afro-americanos, se alió con el gobernador pro estadista de Puerto Rico. Esa es la noticia dominante. Lo que es la noticia subordinada, es porque la izquierda y el independentismo de Puerto Rico no lo hizo.

¿A qué se debe el silencio en el campamento histórico de la isla que lucha por la soberanía nacional y su vinculación con los afro americanos en los EE.UU?altalt

La NAACP no es la única asociación de afro-americanos en los EE.UU. No obstante, es una de las más importantes sino la más importante. Para responder a las preguntas antes hechas, entonces habría que decir, que de ordinario en Puerto Rico se le presta muy poca atención Es de esta forma que habría que decir, que en los pasados cinco años, de forma paralela a los problemas y desarrollos en la industria de cine de los EE.UU ha habido un movimiento poco entendido en Puerto Rico que es de corte revolucionario. Se trata de la emergencia de un cine de orientación afro-americano, dirigido a las masas, que ha provocado un cambio de mando en los entendidos comunes raza, discrimen y racismo.

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Por tanto, cuando vimos que la película Black Panther (Dir. Ryan Coogler EE.UU, 2018) se tornó en un evento taquillero sin precedentes, no hubo una respuesta clara para comprender el fenómeno. Pero Coogler, posiblemente es él joven director milenio que con su opera prima Fruitvalle Station (Dir. Ryan Coogler, EE.UU., 2013) había dado paso a un nuevo movimiento cultural que pocos, por lo pronto en Puerto Rico le han puesto atención. En el marco de estas dos películas de Coogler, tenemos Moonlight (Dir. Barry Jenkins, EE.UU., 2016) ganadora del Oscar para la mejor película. Luego tenemos Get Out (Dir. Jordan Peele, EE.UU. 2017), la cual también consiguió un Oscar por guion original.

A estas películas hay que sumarle un actor que cumple cualquier función desde productor ejecutivo, hasta guionista, que es Michael B. Jordan. Colaborador de las películas mencionadas es hoy por hoy, junto a Peele y Coogler, uno de los talentos más cotizados.

Todo esta larga introducción para indicar que la película Sorry to bother you (Dir. Boots Riley, EE.UU., 2018) es posiblemente el filme más importante del 2018, como película independiente que ha marcado en dicho circuito un evento inesperado. Dirigida por Riley, un rapero, productor, guionista, y como él mismo se asume, “un activista comunista”, la película es un acierto por todas las vías. Catalogada como ciencia ficción cómica, se trata de un guion ocurrente en crítica al capitalismo, al consumerismo, a la sociedad [blanca hegemónica] americana, en fin, una idea genial.

En la película se destacan varios actores, pero en los roles principales entre otros se encuentran Lakeith Stanfield (Cassius) y Tessa Thompson (Detroit). Ambos son muy talentosos, y realmente hablando, le imponen un ritmo a la película que es extraordinario. Ahora bien, Stanfield como actor emergente, por lo pronto podría alcanzar una nominación por su actuación en esta película.

La película es un argumento impresinonante que juega con la radio producción de Orson Wells, The war of the worlds (Dir. Orson Wells, EE.UU, 1938). De ahí entra a una película poco recordada pero relacionada a la de Riley, que es Soylent Green (Dir. Richard Fleisher, EE.UU., 1973). Y finalmente, The Truman Show (Dir. Peter Weir, EE.UU., 1998). Todas estas películas son un referente a Sorry to bother you.

En fin, que Sorry to bother you es un filme impresionante, venido de un director emergente, como Boots Riley. Cuando el filme llegue a Puerto Rico, debe ser visto, apreciado y sobre todas las cosas, habría que forzar crear un vínculo entre los cineastas afro-americanos, y la izquierda e independentismo boricua. Lo que personas como Riley están haciendo es una revolución política, aunque pacífica. Adelante Boots Riley, adelante.

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