JLo, Brown y el juicio de la UPR

Política

alt(San Juan, 9:00 a.m.) En un país que requiere que su primera actriz, Jennifer López, enarbole una bandera en el evento de la Taza Grande del fútbol americano, es un país que vive del entretenimiento. Anoche, todo se detuvo para ver a la diva boricua cantar y bailar. Entretenimiento, puro entretenimiento. El cual si se le junta a Bad Bunny, usted puede descifrar que se trata de una estrategia de mercado, para atraer al público de 12 a 24 años.

Es decir, ayer lo que se buscaba era ratings y pautas, para mover el evento, y se pensó que el componente boricua, unido al componente colombiano de Shakira y J Balvin, habrían de mover a los latinos en los EE.UU., grupo no blanco que desconocemos si son seguidores del fútbol por encima de los caucásicos y los afroamericanos. No sabemos. Lo que sí sabemos es que los organizadores del Gran Tazón, así como la liga del NFL, están desesperados de conseguir una nueva audiencia que apoye dicho deporte. La crisis financiera de dicha liga y del evento de anoche, permite que dos exponentes de la música urbana latina/bilingüe, sean atraídas para ver qué pasa. Los indicadores macroeconómicos de dicho evento, aún no han respondido. Una cosa es darle me gusta al evento, otro es el valor de la pauta comercial de los anuncios.

Pero la bandera boricua junto a la americana que enarboló Jennifer López, mejor conocida por JLo, es la razón por la cual ayer el presidente Donald Trump nos impuso un almirante, Peter J. Brown, para ser el hombre enlace entre la presidencia y el gobierno de Puerto Rico. Hemos regresado a la década de 1940, cuando la marina, en el caso de Brown la Guardia Costanera, gobernaban en Puerto Rico. Esta sí que era la noticia, pero Jennifer López y Shakira opacaron la misma y nos crearon distracción.

Dentro del efecto de la distracción, la derecha y el capital mediático, impulsan hoy la invisibilidad del juicio de la historia en la Universidad de Puerto Rico (UPR), el del Pueblo de Puerto Rico contra Urayoan Walker y Carlos Severino. Este juicio, por alegada mala administración de las becas presidenciales de la UPR, comienza hoy a lo "calladito". La prueba exculpatoria en poder de fiscalía, todo indica, que apuntaba en todo momento a una tercera persona que jamás fue acusada. Hoy los acusados son hombres dignos, educadores, y que por alguna razón, el sistema los ha querido sacrificar "para darnos una lección". Nada que ver. Se trata del caso más visible hoy de lo que se ha acuñado como el "lawfare", o la aplicación selectiva del sistema de justicia criminal, para descarrilar gente valiosa de la sociedad.

Es momento de pensar si nos interesa la sociedad del entretenimiento corporativo, sea por Jennifer López o Bad Bunny; o si por el contrario nos interesa prestarle atención al país de forma seria, sin dejar atrás el entretenimiento y el ocio, pero de forma seria. No puede ser que nadie proteste cuando nos imponen a un marino a dirigir el país. No puede ser que la gente no repudia públicamente, que se acuse injustamente a personas inocentes. Es momento de entretenernos menos. Pensemos.