Revivir el paisaje

Justicia Social

Recordar puede ser tanto un acto involuntario como consiente. Cierto es que de repente un olor irrumpe en nuestro caminar por ahi y el mismo despierta recuerdos de la infancia o de algún encuentro de la juventud. Sin embargo tambien podemos decidir recordar y nutrir nuestra memoria con música, comida, olores, lugares, con ambientación y paisajes. De alguna forma la historia convive con todo lo que toquemos con el recuerdo. Hay cientos, miles, de “lugares históricos” que pueden hacernos recordar, reflexionar e inspirar a resistir y transformar el mundo hacia uno mas justo, libre, solidario.

 

Ayer se conmemoró el Día Internacional de la Trata de Esclavos y de su Abolición promovido por la UNESCO. Como parte de los proyectos de la UNESCO se encuentran la restauración y reconocimiento de lugares históricos. El desarrollo de una memoria radical, insurgente, solidaria, depende de lugares de la memoria que inspiren y ayuden a profundizar el compromiso con la justicia social y el amor al prójimo. Desde esta perspectiva, el Caribe se convierte en una gran región de inspiración, donde la resistencia de los esclavos, la comunión de los desplazados, la esperanza de los excluidos ha creado culturas de gran riqueza.

En Guadalupe, como bien lo describe la antropóloga boricua Yarimar Bonilla, algunos grupos practican las ‘caminatas de la memoria’, donde experimentan, imaginan, y conmemoran la vida de los ancestros: esclavos que resistieron de múltiples formas la deshumanización sistemática. Este tipo de caminata ayuda a radicalizar y afianzar el compromiso por la vida justa, igualitaria y libre que muchos de los que luchan por transformar el mundo comparten. Así como en Guadalupe, en Puerto Rico existen muchos lugares que pudieran ser punto de (re)encuentro y recorrido para profundizar nuestro compromiso con un archipiélago borincano y caribeño liberado. Revivir el paisaje, en este sentido, es parte de revivir la lucha (tanto resistencia como creación) por la vida en común.