Mi género tras las rejas: (lo que te oculta la prisión)

Cultura

[Nota Editorial: La teatrera nacional Tere Marichal, por conducto de la poeta nacional Elsa Tió, nos envía este trabajo generado en su taller de poesía en la cárcel para mujeres, en Puerto Rico. Lo publicamos por su valor humano y literario].

(San Juan, 9:00 a.m.) No importa el país cuando se dialoga en torno a las mujeres en cautiverio. Se habla de una minoría en la población penal, en los sistemas carcelarios ¿Será que la cárcel fue solamente creada para los hombres? 

En el imaginario social y cultural de los países latinoamericanos sobre las mujeres no se espera que estas cometan delitos. Las mujeres somos descritas como una personificación de paz y amor, sumisión, procreación. De nosotras no se espera ningún rastro de maldad. Debemos ser buenas y así lo espera la humanidad.
Pero cuando las mujeres realizan actos contra la conducta esperada, te juzgan con severidad, nos sancionan tanto moral como físicamente. Somos mucho más estigmatizadas que los hombres. Sufrimos el abandono, ese espaldarazo de la sociedad, parejas y familiares.


Creo que por estas circunstancias antes expresadas, nosotras las mujeres denominadas como malas, lidiamos con mayor discriminación que el hombre en cautiverio. 

El desequilibrio en el sistema correccional entre hombres y mujeres ha sido una lucha constante por parte de la mujer que anhela una igualdad de derechos tras la rejas. El gobierno ha puesto oídos sordos a esta histórica lucha. Históricamente tenemos menos beneficios dentro del sistema carcelario. Somos las únicas que somos juzgadas vinculado a la moral social. ¿Escuchó alguna vez de un hombre que fue arrestado en un punto de droga y llamarse a Servicios Sociales porque era un padre de familia? Seguramente no, ya que yo tampoco lo he escuchado, pero a las mujeres se les cataloga enseguida de mala madre, servicios sociales, aparecemos señaladas, estigmatizadas. Nos enfrentamos a un sistema carcelario anacrónico que desde la evaluación inicial tilda a las mujeres de mala madre con todo el peso de la ley penal y moral. Así es clasificada. ¿En algún momento le habrán preguntado a un hombre si Servicios Sociales intervino con ellos?

La desigualdad de género influye no sólo en la falta de acceso adecuado a la justicia, porque los hombres tienen asesoría legal gratuita con un abogado paralegal que le brinda el Departamento de Corrección; nosotras con libros legales sin ningún conocimiento en leyes debemos debutar en los tribunales de nuestro país. La desigualdad en el sistema carcelario es el resultado de la discriminación por razón de género. A los hombres se les brinda mayores beneficios, al momento ellos no saben que esperar por un paquete hasta un mes. …. Hasta que la junta de libertad mantenga los privilegios por décadas ..añejadas en inferioridad para hombres.

Hace años no escucho ni observo que una mujer confinada cualifica por el mismo, para programas de desvío a hogares; tampoco las mujeres en custodia mínima tienen opciones de diversos hogares, en el sistema solo existe uno. El hogar intermedio, los pases otro mito, que sólo los hombres confinados disfrutan . La educación ha pasado de ser de un derecho a un privilegio si anhelas ingresar a la universidad . Un ejemplo de la lucha por la educación es la creación de un proyecto hace muchos años por el jesuita y profesor Fernando Picó, quien comenzó a impartir cursos a los hombres en custodia máxima. Este método incentivo, en el Oso Blanco y Complejo de Bayamón antes del año 2000 comenzó en el 2012 para las mujeres. Esto más el hecho porque .. estudios más a los hombres los benefician a 10 días, mientras las mujeres 7…. Sin observar una evolución metódica en el sistema correccional femenino. A eso debemos añadir que la lucha por estudios clásicos de hasta cuarto año a mujeres se logró tras un acuerdo con la Administración entre los años 2007-2009 para mujeres en clasificación de custodia máxima. 


Para estudiar teníamos que estar en una población abierta con una clasificación de mediana a mínima. 

Nosotras no estamos asociadas quizás por el orgullo de algunas compañeras que no les permite ver nuestra realidad y apoyar a aquellas que poseen no sólo el liderato, sino también el intelecto de luchar por nuestros derechos. 

… Seguimos en un sistema amoral, anacrónico que calla y manipula a la mujer, tras productos de belleza, actividades fuera de la institución para que estas olviden lo básico en su lucha de igualdad de derechos, los hombres confinados habrán ganado todo, y bien que sea así, mal que no se le dé el mismo trato a las mujeres; esto va más allá de un hombre con perpetua disfrutando de un televisor personal en custodia mediana y mínima, mientras las mujeres se les perpetua la desigualdad, de una población igual no la tienen.

De campamentos de custodia mínima con gimnasio y Direct T.V. Un gobierno que en años de elecciones indulta a varios confinados hombres, pero la mujer después del indulto de Lydia Echevarría celebro dos solamente. ¿Cuándo será otorgado el próximo? Nosotras debemos ser sumisas, porque es lo que espera la sociedad , así lo establece el orden de jerarquía.


A este sistema correccional se le olvida que ya existen mujeres mecánicas y astronautas. El hombre necesita a la mujer como un complemento ideal no sólo de procreación, sino también de convivencia…… Confinadas en un método de inferioridad y machista porque la mujer mas allá de arcaica es machista.

Conmigo los senadores no se sientan a dialogar. Beatriz Roselló no me ha visto ni de lejos, aunque llevo 14 años de cautiverio. Quizás algún día conozca al gobernador y entienda que más allá de una mujer, hay un ser humano pensante e inteligente, y pueda reconocer para todas la merma de los privilegios y derechos. No soy Lolita Lebrón, ni Lola Tío, la revolucionaria, soy una mujer confinada, que antes he resumido nuestra historia y lucha. 

(Ojo, estamos confinadas pero no deben encarcelar también nuestra dignidad).