(San Juan, 1:00 p.m.) Cuatro de los jefes de agencia designados por el gobernador Pedro Pierluisi se enfrentan a obstáculos para su confirmación. Sin embargo, esto no parece alarmar al Gobernador y se muestra confiado de que todos recibirán la aprobación de la Legislatura.
En el caso de Carlos Mellado, designado a Secretario de Salud, las alarmas comenzaron luego de que trascendió que una empresa médica que le pertenecía fue investigada a nivel federal por fraude en un proceso de quiebra. Enrique Volckers Nin, jefe del Servicio de Tecnología e Innovación de Puerto Rico (PRITS), confronta problemas con las planillas sobre contribución de ingresos y debe explicar a los legisladores un alegado favoritismo con dos empleados que tuvo en la empresa privada.
Personas como José Luis Dalmau, presidente del Senado, expresó preocupación por la designación de Magaly Rivera como Secretaria de Educación debido a su activismo político. Finalmente, el designado a jefe del Negociado del Cuerpo de Bomberos, Javish A. Collazo Fernández, enfrenta varias querellas presentadas por seis agentes municipales sobre alegados hechos de hostigamiento laboral, represalias y abuso de poder.
Entrados ya 115 días desde la juramentación de Pierluisi, se ha encontrado no tan solo con esta resistencia ante sus designaciones a jefes de agencias, sino también con la inconformidad del pueblo ante su respuesta a la pandemia del COVID. Ante todas las críticas que se lanzan sobre su mandato, la respuesta del Gobernador siempre aparenta ser una de indiferencia. Exhorto a que prestemos atención a esta actitud que puede llegar a ser muy peligrosa en el primer mandatario del país.
No olvidemos lo que sucedió en el Verano del 2019, cuando rompimos con la narrativa de que la democracia solamente se ejerce cada cuatro años en las urnas. Si algo no funciona, se cambia.