Hay una luz que espera

Cultura

[El Post Antillano se solidariza con la mujer puertorriqueña, y como lo expresa la poeta  que nos comparte este hermoso poema, decimos basta ya de feminicidios.]

(San Juan, 9:00 a.m.) 

Dedicado a Keishla, Andrea, Arelys...

Te quitaron la vida para robar la luz a la criatura que llevabas por dentro.

Te privaron del aire, mutilaron tu risa, ataron bloques a tu cuerpo...,

para que, al sumergirte en el ojo del lago, un vil silencio

envenenara el agua y acallara tu llanto y tu lamento.

Todo fue fríamente calculado, todo fue astutamente concebido.

No había amor ni piedad ni caridad..., la prepotencia quebró tus sentidos,

la crueldad rompió el cerco.

En la laguna San José, en la Marina de Fajardo, en todos los océanos

y los mares del mundo se desata la muerte y tiembla la tristeza

de niñas y mujeres maltratadas, ocultas por las leyes del silencio.

Hoy, en calesas blancas, en comitivas fúnebres movidas por el luto,

van una y mil mujeres, Keishla, Andrea, Arelys...,

sobre blancos caballos, sobre dolidos féretros.

Pero, en la tierra áspera que llaman camposanto

hay una luz que espera reclinada en la sombra,

hay una luz en vuelo, hay una luz que nombra.

¡Muere, lo que se olvida !  ¡No muere lo que falta!.

Nos consuela el pensar que el odio absurdo desaparecerá.

Nos mueve la sonrisa que nos regala el Sol, nos mueve la bondad...

¡Nos mueve la esperanza!.