¿Cuánto más aguante?

Caribe Hoy
Por lo que fue y por lo que pudo ser Por lo que hay, por lo que puede faltar Por lo que venga y por este instante A brindar por el aguante. Calle 13 El país sigue al garete. El precio de la gasolina se ha disparado. Se alega que ha sido a raíz de la guerra entre Ucrania y Rusia. Para LUMA esta guerra le ha servido como pretexto perfecto, porque en sus planes está mal tratarnos inmisericordemente con alzas paulatinas en la factura eléctrica. Nunca, ni en los peores tiempos de la AEE el precio del kilovatio había sido tan excesivo.
Fueron muchos los que gritaron a coro que se privatizara la AEE, que LUMA o cualquiera otra compañía administraría mejor que esta corporación publico privada. Y ahora que nos tienen a todos pillados por los rabos ¿qué dicen esas voces? Por otro lado, es noticia en estos días que el Recinto de Ciencias Médicas no cuenta con presupuesto suficiente y que la acreditación de muchos programas médicos puede verse afectada. Como respuesta el gobernador de turno le ha tirado una menudencia para “ayudar” a la institución. Sin embargo, ninguno de los gobernadores estadistas que han administrado el país bajo la Junta de Control Fiscal, han tenido la valentía para declarar al sistema de la Universidad de Puerto Rico, que incluye el Recinto de Ciencias Médicas, como un servicio esencial del país. ¿Acaso la educación y la preparación académica no es esencial? ¿Acaso formar y adiestrar buenos médicos y profesionales del patio en la universidad del estado no es esencial para nuestra economía? ¿Acaso mejorar la movilidad social a través de la educación no es esencial para mejorar como país? Pues claro que todo esto es esencial. Lo que pasa es que el gobierno estadista ha mirado a la Universidad de Puerto Rico de forma política. Ha visto a la UPI y sus 11 recintos como un ente de donde salen hombres y mujeres con pensamiento crítico; y que las gentes piensen críticamente les asusta a gobernantes que quieren mantener a un pueblo sitiado y bajo engaño. Pero no es preocupante los gastos alegres que aumentan innecesariamente los costos que los ciudadanos tenemos que seguir costeando. La escolta de Caridad Pierluisi y de otros muchos, ¿por qué hay que pagarla? La contribución obligada para la abandonada Ciudad Deportiva Roberto Clemente, ¿por qué hay que pagarla? Ahora vendrán retasaciones del CRIM, ¿por qué no retrasar las mansiones de Dorado y de los otros lugares que están siendo comprados por los millonarios extranjeros? Y este fin de semana, hay que pagar múltiples escoltas para que Ricardo Rosello pueda participar en el IronMan, ¿Por qué? Los puertorriqueños nos sentimos abacorados con el alza de los costos en los servicios básicos, comida, agua, luz y las condiciones de vida en general. Para el gobierno, para muchos políticos, para sus amigos del alma, y para los millonarios que compran la isla, les da un “a mi plin” los problemas que padecen los ciudadanos boricuas comunes y corrientes. Es como si viviéramos realidades alternas. Nos matan a cuchillo de palo, nos asfixian y nos pisotean. ¿Cuánto más aguante hay que tener?