Ante la crisis financiera que presenta el Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), la senadora Gretchen Marie Hau recordó que el Senado aprobó el pasado año un proyecto de la legisladora para aportar a la solución de la situación presupuestaria, aunque la pieza legislativa está aún bajo consideración de la Cámara.
El proyecto del Senado 579 “lo creamos para establecer que la revisión de la partida de fondos asignados para el Programa de Internados y Residencias de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico sea revisada cada tres años por la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal de Puerto Rico (Aafaf), la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP) y la Universidad de Puerto Rico. Para eso se enmendaría el artículo 2 de la Ley 299 de 2003. La cantidad fija asignada sería no menor de 20,900,000″, señaló la legisladora.
La medida, que fue aprobada por unanimidad en el Senado el pasado 24 de enero, está en estos momentos bajo consideración de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes.
Hau señaló que “por los pasados cuatro años fiscales la asignación de fondos al RCM se ha mantenido invariable, a pesar del incremento en el costo de vida y otros factores económicos cambiantes en Puerto Rico. El tema de las alarmantes cifras que evidenciaban la escasez de especialistas y subespecialistas, nos dimos a la tarea de atender los programas de formación para médicos residentes e internos mediante una compensación justa, que compare con otras jurisdicciones”.
El propósito de la enmienda el artículo 2 de la Ley 299 de 2003 tiene el propósito de delegar la responsabilidad en la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal, la Oficina de Gerencia y Presupuesto y la Universidad de Puerto Rico, de revisar cada tres años fiscales la asignación otorgada anualmente al RCM”.
Se desprende del proceso legislativo que la actual presidenta de la UPR, Mayra Olavarría, se expresó sobre la medida, esbozando los retos principales que enfrentaba la institución para para cubrir las necesidades de los internos y residentes, como los altos costos de agencias acreditadoras (ACGME/CODA).
Además, todo residente tiene que estar cubierto con un seguro de incapacidad y tiene que ser pagado por la UPR, siendo éste un gasto no proyectado, sumado a los beneficios marginales.
“A los costos se suman lo invertido en publicaciones y viajes para mantener actividades escolásticas requeridas para mantener la acreditación y el pago de especialistas en el Hospital Municipal de la Capital. Son siete posiciones de residentes de Dermatología, Ortopedia y Oftalmología. De hecho, debido a que la asignación vigente es insuficiente para pagar todas las plazas, el Hospital de Veteranos (VAH) paga cerca de 24 plazas. Si por alguna razón, no se pudiesen pagar las plazas por parte de VAH, la UPR tendrá que absolver el pago de éstas, causando un problema financiero para sostener esas 24 posiciones, entre muchos otros gastos”, añadió Hau.
Concretamente se refiere al aumento del periodo de entrenamiento de Neurología Pediátrica a cinco años implementación de un programa de Garantía de Calidad para todas las residencias para cumplir con criterios de acreditación del ACGME, aumento del número de residentes de Urología para cumplir con los requisitos de acreditación, entre otros.
