El capitalismo gore en Puerto Rico

Caribe Hoy
El termino gore proviene de un género cinematográfico donde la violencia extrema y la sangre son parte fundamental del mismo. Sayal Valencia acuña el término “capitalismo gore” para referirse a la economía hegemónica y global donde el producto y la mercancía es la destrucción del cuerpo, y el uso grotesco y desenfrenado de violencia sobre el mismo. Esta economía, es basada en violencia, narcotráfico, necro poder y su radicalización como efecto de la globalización. Podríamos decir que la economía que se produce a través del uso de la violencia y donde el cuerpo humano es la mercancía principal, es la otra cara de la moneda del capitalismo, la cara gore, la fea, la oscura.
El asunto es que bajo el proyecto neoliberal se propicia y promueve el hacerse de dinero, de capital para consumir. El éxito y el respeto social de los sujetos es medido por el dinero que tiene y los bienes que puede adquirir. Este es un mensaje que es bombardeado constantemente a través de los medios de información (televisión, cine, redes sociales, etc.). El mensaje es que, si no tienes la capacidad para consumir constantemente, y de todo, aunque te sea de poca o ninguna utilidad, no eres nadie, eres invisible. Además, se promueve la idea de que todos estamos en igual condición para producir y adquirir capital. La realidad no es esa. En el capitalismo gore, la fuerza del trabajo se sustituye por medio de prácticas gore, que son el ejercicio sistemático y repetido de la violencia más explícita para producir capital, y que tienen sus raíces en la educación consumista de la sociedad del hiperconsumo, la desregulación tanto económica como social y la división sexual del trabajo. Como parte del proyecto neoliberal se busca que el Estado intervenga lo menos posible con la administración y gobernanza de un país, se busca una libertad de comercio con pocas o ningunas restricciones. Como efecto de la flexibilización y desregulación, es Estado deja de prestar servicios que le corresponden prestar a sus ciudadanos, y lo hace ineficiente e ineficaz. En Puerto Rico, hemos experimentado de primera mano las pobres respuestas del gobierno ante situaciones dramáticas como lo fue el huracán María (2017) y los terremotos (2020) en la región oeste de nuestra isla. Al Estado ser ineficaz e ineficiente en la prestación de servicios básicos, se crea el terreno fértil para que el proyecto neoliberal siga creciendo y se promueve la idea de que a través de la privatización de servicios básicos (luz, agua, salud), los ciudadanos tendrán mejor y más eficiente acceso a estos. La privatización encarece los costos para los ciudadanos. Eso también para los puertorriqueños y puertorriqueñas es evidente, un ejemplo clarísimo es el caso de LUMA y los costos de la energía eléctrica. El problema es que los costos suben y la acumulación de capital cae en los dueños de las empresas y el capital, pero aumenta más cada día la población que no tiene poder adquisitivo para poder consumir. Paralelamente surge una economía subterránea, una economía ilegal, el narcotráfico entre otras. La economía bajo el narcotráfico da la posibilidad a las personas de capacidad limitada para adquirir capital. Se hace uso de la violencia como herramienta de empoderamiento y de adquisición de capital. A través del necro-empoderamiento y las necro-practicas se busca legitimar las economías subterráneas, influir en procesos políticos, públicos, oficiales, sociales y culturales. La mercancía primaria bajo el capitalismo gore es el cuerpo y la vida misma de los sujetos. En Estados Unidos, para el 2017 el narcotráfico produjo un ingreso doméstico bruto de aproximadamente $111 mil millones de dólares. Entonces, es evidente que la industria del narcotráfico aporta un capital considerable a la economía del país. En su libro, Capitalismo Gore, Sayak Valencia, sugiere que este factor económico es tan fuerte, que los Estados-naciones no buscan acabar con el poder de los carteles de droga ya que tienen una dependencia económica fuerte de estos, y el erradicarlos representaría una recesión económica y consecuencias sociales significativas. El Estado en vez, solo busca limitar los carteles y usarlos para su propio beneficio. Así, a través del miedo que infunden las practicas gore, el Estado justifica la vulneración de los derechos, la implantación de medidas autoritarias y de vigilancias más invasivas, el desmantelamiento del Estado-bienestar, y la eliminación de recursos para pagar prioritariamente por seguridad. El tema del capitalismo gore y su influencia en los mercados en el poder social y lo político, es consecuencia directa de un mercado laboral desregulado, la desterritorialización, la decodificación de flujos financieros por la aplicación de la política neoliberal; y las estrategias para que el dinero se mueva a la velocidad de la información (economía – tecnología). En Puerto Rico, por el proceso que vivimos actualmente, donde cada día estamos más empobrecidos y el acceso a servicios básicos de salud, alimento, luz, agua, techo son cada día más difíciles, no es de extrañarnos el aumento en el narcotráfico y las practicas gore. La solución para atajar esta situación no es volver a declarar una guerra contra el crimen, es declarar una campaña contra las desigualdades estructurales entre la población, la falta de trabajo, las causas de la migración, hacer de la violencia un espectáculo y dejar de promover el hiperconsumismo.