“YO NO HE VISTO A LINDA” de Daniel Nina

Crítica literaria
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Mi cita favorita mientras estudiaba lo que ha sido la vida de un hombre que ha hecho de la pluma su espada y del papel el campo de batallas de ideas, pensamientos y crítica social es la siguiente:  “La literatura me permite tomar el dato, el hecho, y distorsionarlo” [Daniel Nina Estrella en abril de 2019].

Preámbulo biográfico

Daniel Nina Estrella hizo su entrada al plano físico en el año 1962 y lo hizo en el sandunguero antillano caribeño.  Donde los matices puertorriqueños que corren por su natalicio se sazonan con la sangre cubana de su padre y la sangre dominicana de su madre.  Es algo así como la salsa, espesa y pesada.  Su niñez estuvo matizada por las historias orales familiares, libros, bibliotecas, la piscina de su hogar materno y las experiencias de vida.  Experiencias juveniles que lo llevaron a cursar estudios en la Universidad de Puerto Rico para el año 1981, en la Facultad de Ciencias Sociales. Luego de esa primera parada universitaria, hay que decir que este ser humano tiene varias maestrías a su haber, un juris doctor y es doctor en filosofía del derecho y teoría social de la Universidad de Kent en Canterbury del Reino Unido. 

Daniel es un escritor, periodista, politólogo, sociólogo, criminólogo, historiador, jurista, profesor universitario, mediador, arbitro y evaluador neutral de casos en Puerto Rico, además, de ser empresario y, también, según una entrevista que estudié, uno de los deportistas menos reconocidos del Caribe.  Además, es uno de los fundadores de El post Antillano. Es moderador de programas de radio, espacios de dialogo literario y de crítica social. 

En las palabras de Wilkins Román Samot cuando entrevistaba a Daniel Nina, “Nina es sin duda uno de los intelectuales mejor formados en el Puerto Rico de hoy, por no decir en las Antillas hispánicas, de las que son oriundos él (Puerto Rico) y sus padres, cubanos (padre) y dominicanos (madre)”

Con relación a su pasión por la investigación y el arte de escribir, Daniel nos comparte en una entrevista realizada en abril de 2019 que:  

Mi entrenamiento natural es la investigación. Formado en las Ciencias Sociales y el Derecho, inicialmente, mi vida se influencia a través de la metodología de investigación y la escritura. Por lo tanto, intento investigar de todo lo que escribo, pues para mí no es imaginación sino hechos, algunos de valor histórico, y contarlos o interpretarlos.

La literatura me permite tomar el dato, el hecho, y distorsionarlo.

Ahí se refleja mi trabajo en la creación literaria. Llevo varios años donde publicar continuamente y de forma anual es mi norte. Creo que es un diálogo. Luego resolvemos otros asuntos del canon literario o de las normas de la escritura. Pero pensar, escribir y publicar, son una senda que intento proseguir.

Este es el Daniel Nina Estrella que encontré en mi investigación por el mundo cibernético. 

Ahora bien, el Daniel Nina que yo en lo personal conozco tiene mucho de ello.  Y también tiene otras cosas muy propias de su ser.  Además, debo de añadir que al Nina que yo conozco, lo considero mi amigo y mi mentor.

El Nina que conozco ríe con todo el rostro, cuando piensa de igual forma.  Sus ojos son expresivos.  Se ceño de frunce cuando tiene un cuestionamiento, pero a la vez se relaja cuando logra sacar la idea, la pregunta, la palabra que tenia atascada en sus pensamientos.  Luego ríe al ver como revuelta las mentes de quienes lo escuchan. 

Conocí a Daniel hace como 20 años.  Primero como parte de la Junta de Servicios Legales, luego lo vi como profesor y luego de unas vueltas donde me desarrollaba como profesional, lo reencontré nuevamente para el tiempo en que estaba tomando la reválida.  Fue mi mentor, mi guía y el capitán de esa tercera reválida, la cual pasé con éxito gracias a sus consejos, guía y experimento educativo que fui. 

Nos une una amistad que hemos fortalecido con el tiempo entre conversaciones, caminatas de domingo, bailes de salsa, cine y sobre todo por el constante diálogo de lo que debe ser una sociedad justa, equilibrada, equitativa y más honesta. 

El estar aquí presentando su nuevo libro es para mi un honor y representa un momento de mucha alegría. 

Diálogo sobre “Yo no he visto a Linda (perfume de mujer en la guerra de Corea)”

Toda persona que tenga una línea histórica presente en su mente, al escuchar “Yo no he visto a Linda” se remonta a la canción escrita por Pedro Flores desde la Republica dominicana y la cual tomó ritmo y cadencia en la voz de Daniel Santos.

Yo no he visto a Linda, parece mentira, tantas esperanzas en su amor cifré…

Yo no he visto a linda… perfume de mujer en la guerra de Corea, tiene su gestación en las conversaciones de Daniel con su madre Nela.  Es en esas historias orales que se compartían hijo y madre que se va cociendo la historia de Linda Patricia.  

Linda patricia, la protagonista de esta historia es parte verdad y parte ficción.  Algo así como dice Daniel la literatura me permite tomar el dato, el hecho, y distorsionarlo.  Así es Linda Patricia. 

Entre datos concretos de lo que fue la guerra de Corea, las historias orales de su madre Nela, sobre lo que fue la participación de las mujeres en ese conflicto y la imaginación y creatividad de un estudioso e investigador incansable, nace esta novela. 

El autor en su dedicatoria nos expresa que la novela va dirigida a aquellas mujeres boricuas que participaron en la guerra de Corea (1950 al 1953), por las razones que fueran y fueron invisibilizadas por la narrativa de guerra de los Borinqueneers, por el machismo, por el sexismo y sobre todo por el racismo colonial de Washington.  Además, nos expresa que también va dedicada a Griselio Torresola, quien ofrendó su vida por el futuro de una patria libre e independiente en el 1950.

Aun cuando la protagonista es Linda Patricia, la narrativa nos lleva a observar el personaje que en vida real existió. 

Como nos expresa el autor en la contraportada de la novela “Yo no he visto a Linda” Griselio Torresola fue un patriota puertorriqueño que en la década de 1950 ofrendó su vida por su patria y por la independencia nacional.  Fue asesinado el 1 de noviembre de 1950, cuando intentaba entrar en la casa del presidente de los Estados Unidos, Harry Truman y cometer un magnicidio junto a Oscar Collazo.

La novela, como nos dice el autor, recurre a esta figura histórica para recrear la historia, desde una perspectiva y mirada alterna.  La novela no es una biografía de Griselio Torresola.  Por el contrario, se trata de una historia ficcionalizada, la cual recrea la historia a conveniencia para ofrecernos otro pasado (otro modo de concebir los hechos) a partir del acto heroico de Griselio Torresola, quien, según el autor, se reitera dio lo más hermoso de su ser por ver una patria libre e independiente.  Torresola le dio su vida a la patria.   

La narrativa de la novela nos lleva por historias diversas todas entrelazadas que culminan en la narrativa de lo que es la vida de Linda patricia Torresola Maldonado.

La protagonista Linda Patricia, en la novela es la hija de Torresola y de Brenna Patricia (Blanca Muriel Maldonado una vez obtuvo su ciudadanía dejando en el paso su irlanda de luchas y sangre).

Enamorada de Juan Antonio Borrás Uriarte, quien murió en batalla por una explosión.  Juan, era el amado de Linda Patricia.  Con quien Linda Patricia sacrificó su primera sangre como mujer.

El personaje de Linda Patricia al perder a su amado Juano, expresa al Coronel Cordero, otro de los personajes de la novela, que (Juano) ha sido el único hombre, luego de su padre, que ella amó.  Que sentía dolor por ello, ya que ha ambos los perdió.  Ambos ofrendaron su vida, por las causas que creían, con su sangre. 

De igual forma, la novela nos lleva por un recorrido ficcionario entre lo que fue la guerra de Corea en las voces de las nersas (enfermeras), nos da un recorrido por Dublin y la tierra Celta de Irlanda con la familia MacDonagh, de donde sale Brienna y Brenna Patricia, hijas de Muriel y Thomas. Padre y madre que lucharon contra los ingleses. 

A Brenna Patricia, le tocó por ser la mayor, comprender lo que era el significado de la lucha de clases, la razón de ser de la independencia nacional y la falta de amor de los británicos.  Además, a su corta edad y viendo a su padre ya muerto por los británicos y a su madre mal herida, tomar la decisión más lógica a su edad, de una hija de un revolucionario, tomar en sus pequeñas manos el Howth Mauser de una sola bala y sujetarlo con fuera y dar un único golpe por la cabeza al agente que las custodiaba en el momento en que su padre yacía muerto en el piso y su madre herida también.  Cayendo muerto por que se desnucó. 

Luego de eso Brenna Patricia tomó a su hermana pequeña por las manos y salió corriendo con el cuadro de la Ultima cena al único lugar que los británicos no entrarían por respeto, la iglesia católica.

Iglesia que se había convertido en santuario y refugio para militantes y activistas. 

Tenemos el personaje del Padre Oneill quien ayudo a las niñas junto a un pescador a salir de Irlanda rumbo a Nueva York.  Y es así como salen agarradas de manos ambas hermanas junto al maltrecho cuadro de la ultima cena.

La novela nos trae a Pedro Albizu Campos y la lucha por la independencia, comando nacionalista que promueve la lucha armada, un pueblo pequeño llamado Utuado y las revueltas nacionalistas, un Griselio Torresola con dos vidas, una en PR con esposa e hija y otra en NY con otro amor y un segundo hijo por nacer. 

Por el dolor de la perdida, de sus seres amado y viendo que solo le quedaba su hija, Blanca Muriel, propone a Linda Patricia enlistarse en el ejercito y le dice “se acabó el ofrendar con tu sangre… tu aprende todo lo que puedas, pero que jamás un americano nos imponga su voluntad”

Entre conversaciones y cartas transcurre nuestra historia ficcionaria de nuestra heroína Linda Patricia.  Desde Utuado, a Buchanan, ahí a Nueva York, el pacífico, botellazos y trifulcas por defenderse ella misma ante un soldado irrespetuoso y abusivo, hasta el encierro por castigo, los cumplidos de una capitana viuda y madre, hasta aceptar ser enfermera que era lo más próximo que podía estar en la batalla, el intercambio de ideas y conversaciones entre las enfermeras o nersas como le llamaban y un final sorprendente donde Linda Patricia con su mano y su pensamiento de enjuiciar a quien había causado tantas muertes de boricuas e inspirada por el asesinato de su padre y la muerte de su amado Juano, pide al general ya destituido MacArthur que se relaje, mire al techo y le pone una inyección con un poco de aire. Provocando su muerte.

La novela culmina con una nota que escribe Linda Patricia a su madre, la madre esencial:

           “Madre, madre esencial, gracias. Misión cumplida. Hoy regreso, más que orgullosa como su hija, la nieta de mi abuelo, Thomas, la hija de mi padre, Griselio, y la mujer que fui de Juano. La patria es valor y sacrificio. Pero, madre, también es mucha felicidad. Tu hija, Linda patricia”

Y así culmina esta novela ficcionaria que nos trae datos históricos de quien fuera un héroe nacional, visto desde la mirada narrativa de un personaje femenino y sus circunstancias particulares de concebir lo que es el amor, la patria, el dolor, el sacrificio y las voces de quienes al sol de hoy no se le ha hecho justicia al nombrarlas por sus ejecutorias y hazañas.  A esas mujeres que ofrendaron con su vida, que dieron su vida por ideales que van más allá de toda comprensión histórica de un país en crecimiento, de inmolar su propia vida por enaltecer la patria y nación y su vientre la gesta de una patria libre y soberana.

           En definitiva, Daniel toma el dato histórico y lo entrelaza en una narrativa cautivadora, que envuelve al lector y lo deja queriendo leer mas de estos personajes que dan vida a un momento histórico de nuestra nación.

Y como últimas palabras escuchadas de su padre a ella Linda patricia, “siempre orgulloso de ti, te veré en esta vida o en la próxima. Viva la patria, viva Puerto Rico libre”

Enhorabuena Daniel por tu nueva novela. 

Gracias por permitirme ser parte de esta historia.

ZAR. 4 de abril de 2022