Estamos de Madre

Caribe Hoy

Hoy una vez más celebramos el día de las Madres. Sabemos, sin embargo, que el día de las Madres son todos los días del año. Todos porque una vez se experimenta la maternidad no hay vuelta atrás en ese viaje de amor infinito. Con la maternidad se experimenta un desapego de una misma para dar incondicionalmente a ese ser que es parte de una creación nuestra. Con la maternidad nos convertimos en diosas y dadoras de vida.

Este día de las madres me permito honrar a mi Madre, a quien, a sus 85 años, tengo el privilegio de tener cerca y en plenitud física, mental y emocional. Pero también quiero honrar a todas esas madres jóvenes y primerizas, entre ellas mi nuera, que hace ocho meses atrás me hizo abuela por primera vez.  Le deseo a ella y a todas estas madres que comienzan a caminar por este sendero que es la maternidad, que disfruten de sus retoños en cada uno de los pequeños pasos de sus vidas.  El tiempo vuela.  los infantes se convierten en niños, los niños en adolescentes y los adolescentes demasiado rápido.

Lo importante para nuestros hijos e hijas no es lo material, aunque eso pueda tener cierta importancia.  Lo importante es estar presentes en todo momento.  Eso es un reto porque ese estar presente no siempre va a implicar una presencia física, pero si una presencia emocional y espiritual para nuestros retoños.  Los mejores regalos que les podemos dar son muestras de amor incondicional, abrazarlos, besarlos y expresarles que los queremos aun cuando sus acciones no sean correctas.  Dentro del amor de madre está la responsabilidad de dirigir y corregir a nuestros hijos, pero siempre con amor y respeto, entendiendo que son seres sensibles.

La Madre tiene que hacer malabares para mantener el balance entre las obligaciones sociales que conllevan guiar un hogar, criar múltiples hijos, trabajar para aportar o generar el sustento familiar y otras múltiples tareas. No hay alegría mayor para una Madre que recibir amor de sus hijos e hijas, que disfrutar sus éxitos y sus logros. Y por el contrario las tristezas y agonías mayores son las penumbras que pasan sus hijos e hijas. Un problema de un hijo o hija quita el oxígeno vital de una Madre. 

Las Madres son superhéroes.  Desarrollan super poderes, particularmente el conocer el estado de ánimo de sus hijos y el don de la predicción. Cuando una madre te advierte sobre algo cuidado con desoír.  Los sentimientos de amor de una Madre para sus hijos e hijas son parte de la simbiosis que se crea durante la gestación, y duran una eternidad.  Hoy reconozco y vuelvo a celebrar a tantas mujeres valientes, arrojadas y luchadoras a quienes llamamos Madre. ¡Madre tu día son todos!