Poemas

Creativo

2:55 a.m.

 

Prevalece el silencio, la sílaba

agotada. No importa decir

                     nada:

hay mudez porque todo se concentra,

tiembla y reposa en el impulso que vierte

sesos, vísceras y tinta

sobre líneas que siempre quedarán

cortas ante la intención

de despertar el cuerpo del poema.

 

 

 

 

Alameda

 

Escribir un poema es escalar

una montaña de vigilia.

Apenas ves su copo de nieve,

mas adivinas del tope la envoltura

de la brisa, la plenitud del panorama.

 

Cada noche esgrimes carencias

en un cuaderno azul.

Fumas a oscuras, despides la velada

tumbada en el suelo junto a la cama

con la libreta abierta y una pluma cerca

por si los sueños

revelan cuanto el sentido camufla.

 

Antes de sucumbir al agotamiento

algo de ti está a punto de desprenderse

y rodar por la pendiente.

 

Entonces estos versos

aguantan tu caída.

 

 

 

Todo naranja

 

acaricio

fuego.

bola de calor

avisando el zumo

que guardas para ti.

 

disparas al blanco

de mis poros poblados

y en sombra te vuelves roja.

 

es tu olor punzante

amargo en el cielo

de la boca penetrando al engaño

tal hilo perfumado.

 

después de retirarte

sigues mi sentido

adivinando azúcar

tras tu piel.

 

Aparto

la cáscara.

desnuda

eres alba en mano

y por tu punto más bajo

–el mío más alto–

fuimos

reflejo de sol.