¡Spiriman vive! [la historia de un superhéroe]

Caribe Hoy

Un superhéroe se define como un ser de ficción que posee cualidades físicas o mentales consideradas sobrehumanas o extraordinarias las cuales suelen emplearse para hacer el bien. Sin embargo, hay personas que por sus cualidades extraordinarias se convierten en superhéroes de la vida real.

Ese fue el caso del médico internista español José Candel, conocido como Spiriman. Su seudónimo viene de un deporte conocido como spiribol, donde se usa una raqueta que se caracteriza por su alto grado de adaptación a la superficie de juego. El abuelo de Candel, fue quien impulsa ese deporte. Candel, antes de ser conocido públicamente, había creado la Fundación Spiribol como herramienta para la inclusión social de niños en entornos vulnerables. Es de ahí que adopta su seudónimo de Spiriman.

En el 2017, a sus 41 años, Spiriman comenzó a luchar contra los problemas del sistema de salud pública en Granada. De forma apasionada y sin pelos en la lengua, Spiriman, empieza una campaña fuerte y lidera protestas para lograr la reorganización de hospitales públicos. A partir de ese momento, comenzó su transformación de un ser humano común a un superhéroe.

Para lograr alzar su voz y mover sus campañas, Spiriman hizo uso las redes sociales, donde se pueden encontrar muchos de sus discursos. Las redes le permitieron la divulgación de contenidos y causas a una infinidad de personas. Con su gestión, Spiriman ganó gran popularidad y sus seguidores en las redes fueron aumentando hasta llegar a tener millones a nivel mundial. Su voz, siempre crítica pero sensible y humana, tuvo el efecto de lograr cambios importantes en temas de una salud accesible para todas las personas. Tema que aplica con gran resonancia en nuestra isla del encanto y que debería provocar movimientos masivos de los boricuas contra el gobierno, las aseguradoras y todas las personas que hacen de la salud un lucro individual a costa del bienestar público.

Durante la pandemia, Spiriman fue un crítico contra la población española que no quería entrar en cuarentena. Ello porque los primeros respondedores dentro del sistema de salud se estaban desgastando física y emocionalmente prestando atención médica a todos los enfermos que recibían en los hospitales. Spiriman también fue un duro crítico de la corrupción dentro del sistema de salud, de los políticos y de los comerciantes con políticas neoliberales que ponían al frente sus ganancias ante la salud pública. Todo ello lo hizo ser objeto de críticos y detractores. Pero un superhéroe no detiene sus batallas y su lucha por el bien común.

Todo su esfuerzo por el bienestar, también le costó en salud. Spiriman fue víctima de un cáncer feroz. Sin embargo, durante esa batalla creo la Unidad de Apoyo a Pacientes Oncológicos (UAPO), que busca dar fisioterapias a enfermos de cáncer

Este pasado viernes Spiriman trascendió, su cuerpo físico desgastado ya no podía continuar luchando en este plano. Miles de españoles salieron a la calle para darle el último adiós a este superhéroe. Su obra se hizo inmortal. Descansa en paz Spiriman y sigue luchando desde las alturas. En Puerto Rico, nos hacen falta Spirimanes. A luchar por la justicia.