Hace algún tiempo doy clases de Teología matemática

Voces Emergentes

Una tarde, un estudiante me preguntó sobre cuántos santos había en Roma. Yo le dije: Según mis cálculos, uno. El estudiante me preguntó cuál. Le contesté: Sin dudas, San Josemaría Escrivá de Balaguer. Era una trampa de un infiltrado. Al parecer, mi ex directora sabía que eran más. Cuando salí de la clase, fui a su oficina, donde me dio la dicha de ser designado a la clase de Historia de Puerto Rico.

Fue, entonces cuando le dije a mis estudiantes la verdad, que ese punto que ellos veían ahí lo había abierto Muñoz Marín en 1521, poco después de la llegada de Cristóbal Colón, con la autorización de Isabel La Católica, La Pinta y La Santa María. Todo marchó súper bien, hasta que a una estudiante muy brillante le dio con revisar sus anotaciones del año anterior y al parecer encontró una que otra inconsistencia con la realidad histórica. Todavía no sé cuál, pero fue por eso que me asignaron un curso de Sociología por el de Historia... Para no comenzar mal, me preparé de lo más lindo. En mi primer día, les hablé de la plusvalía. En el tercer día les hablé de materialismo histórico, de la ecléctica y de la lucha de clases. Al cuarto día les mandé a bajar del Internet el primer tomo de El Capital, y les dije que cuando lo leyeran bajaran los otros dos tomos. Mientras, ese día les continué hablando de aquelfantasma que recorrió toda Europa, pero que antes, vino a Puerto Rico con Juan Ponce de León a su expedición de la Isla de San Juan Bautista. Cuando acabé la clase magistral, les dije: Hasta mañana, camaradas. Eso fue todo, hasta que al quinto día me asignaron a la clase dematemáticas. Les enseñé a sumar, restar, dividir y multiplicar con la calculadora de su celular. Ese grupo lo tuvo luego el contable de matemáticas que se hizo viral por su diatriba contra los padres de mis viejos estudiantes de Teología matemática. De esos muchachos, muchos, gracias a Dios y a la Virgen, salieron unos duchos de las matemáticas, unos historiadores de las drogas y unos sociólogos contra el gran capital. Teólogo solo salí yo, lamentablemente.

Sin embargo, cada 1 de mayo me acompañan a marchar y luchar, codo a codo, en la Milla de Oro. Son los mejores contables que tiene el país.