Una anécdota adicional de Tomás Gutiérrez Arroyo [Titón]

Crítica literaria
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En un festival en el Metro acababa de ver La soledad de una jefa de despacho, mediometraje con un monólogo en el que Daisy Granados realiza una actuación extraordinaria, salgo al vestíbulo y me encuentro con Titón a quien le digo: "Acabo de ver una actuación memorable de tu esposa". Titón sonrió y me dijo: "Pedro, Daisy no es mi esposa sino la de Pastor (Vega)."

La noche siguiente era la premiación del festival en que Miriam Colón y yo éramos los maestros de ceremonia en el Fortín San Gerónimo aledaño al Caribe Hilton. Cuando saludo a Titón me pregunta si había ido con mi esposa. Cuando le digo que sí me responde: "Preséntamela para equivocarme como tú hiciste con la mía." Acto seguido me presentó al gran documentalista cubano Santiago Alvarez.

Esa fue la noche en que Miriam cayó de bruces en el piso de madera y todo el mundo pensó que se había matado pero cuando la levanté del piso me pidió el libreto como si no hubiera ocurrido nada.

Una noche estaban Pastor Vega, Daisy y su hijo Aarón en mi casa y le cuento la anécdota al director de El retrato de Teresa quien me dice "Le tocaste el punto débil a Titón pues su esposa Mirtha Ibarra siempre le ha reprochado que no la convirtiera en una estrella como yo a Daisy en El retrato de Teresa". Callé pero pensé que estaba equivocado porque quien convirtió a Daisy en una estrella fue Titón cuando la dirigió en Memorias del subdesarrollo.