La Patria es valor… y también buena gobernanza

Caribe mas alla
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Lo que queremos ser como pueblo, nación o país, no debe quedarse en un mero enunciado. Tiene que convertirse en una declaración de propósitos; en aquellas cosas que deben perseguirse colectivamente con determinación y constancia cotidianas.

Se requiere voluntad para la conquista de esa aspiración colectiva. Si la retórica no se transmuta en acción, los enunciados se quedan en el vacío. Y nunca las determinaciones se lograrán hacer realidad. Todo queda, entonces, difuso cuando hay el deseo, pero no la voluntad.

El desgano y la abulia que hace que los propósitos no se materialicen con férrea voluntad de hacerlos realidad a veces es producto del miedo. Miedo a lo nuevo, a lo innovador. La creatividad requiere determinación. Y sin determinación no puede haber creatividad.

Los pueblos necesitan creatividad para progresar. Por lo tanto, es necesaria la voluntad. Fue lo que hubo para sacar a Puerto Rico de la extrema pobreza. Pero hubo además de voluntad, un desprendido amor a la Patria. Pero, luego, en el trayecto posterior hacia la consecución del  progreso, se perdió el patriotismo. Con tal carestía, entonces Puerto Rico comenzó a caer en el deterioro y la obsolescencia de su haber infraestructural que nos va haciendo retroceder hacia la pobreza.

Voluntad, ingeniosidad y patriotismo son tres elementos indispensables para el progreso de los pueblos. Si bien es cierto que en algún momento los hubo en Puerto Rico, parece que ya se han ido perdiendo y sin ellos se nos escapa el progreso.

“Manos a la Obra” fue un programa de gobierno con ingeniosidad y voluntad que impulsó el progreso económico y social en Puerto Rico, pero le faltó dejar un legado político de patriotismo duradero. Ese ingrediente era necesario y faltó para que ese impulso de progreso basado en la ingeniosidad y la voluntad se hiciera sustentable.

Creció la dependencia a los designios y ayudas de Washington por falta de patriotismo que fue debilitando la voluntad política de la nación. Sigue habiendo creatividad e ingeniosidad, pero se ha debilitado la voluntad y se carece de verdadero patriotismo por parte de aquellos que han gobernado al país.

Patriotismo no es únicamente emoción frente a una bandera. Es voluntad y determinación de soberanía política y económica, así como de autodeterminación. Es el orgullo nacional de que el país se valga económicamente por sí mismo. No puede haber patriotismo con una total dependencia a otra nación. Entonces se termina cayendo en la mendicidad. Y la mendicidad es abyección, que es todo lo contrario al patriotismo.

Aquellos que se han turnado en el poder y han llevado a Puerto Rico a la total dependencia económica de Washington hasta convertir nuestro terruño en una colonia federalizada con cada vez más injerencia de Washington en los asuntos internos son los responsables del deterioro, el desgaste económico, la obsolescencia por las que atraviesa actualmente la nación puertorriqueña.

No les ha faltado inteligencia, pero sin creatividad. Lo que sí les ha faltado ha sido voluntad para promover los cambios que necesita el país, Pero carecen de patriotismo verdadero, ese que se manifiesta no con palabras, sino con los hechos.

Una gobernanza sin patriotismo no tiene posibilidades de promover y sustentar el progreso, porque patriotismo es determinación y voluntad. Son esos los necesarios acompañantes de la ingeniosidad y la creatividad con verdadero significado histórico para la nación y sus valores identitarios. 

Necesitamos devolverle a la gobernanza del país el sentido y propósitos valederos de creatividad, voluntad y patriotismo.