(San Juan, 1:00 p.m.) Se acabó el relajo: que paguen los que se beneficiaron de las poblaciones esclavizadas en Puerto Rico. Esos que le sacaron provecho a la trata de esclavos, y luego a la procreación de personas esclavizadas en la isla. Podemos pensar en familias enteras, pero tomemos por ejemplo una: la familia Serralles, si esa misma la del ron, cuyo capital originario es producto de la esclavitud. Que le pregunten a Juan y Sebastián Serralles.
Por otro lado, la Iglesia Católica, que fundó su imperio en Puerto Rico a partir de formas y practicas de exclusión y formas laborales de la esclavitud, debería también compensar al pueblo por el uso y abuso de seres humanos esclavizados. En este sentido, cada municipio, cada parroquia, construida hasta el Siglo 19, le debe algo a una persona esclavizada.
Finalmente el estado colonial, el cual fue apropiado por el gobierno de Washington bajo el Tratado de Paz de Paris de 1898. A partir de ese momento, en la “cesión” de Puerto Rico a los EE.UU, el gobierno federal se hizo responsable del estado previo y su relación con la esclavitud. ¡Que nos paguen!.
No es posible abordar el concepto de reparaciones por la esclavitud desde la mirada de un país colonial. Hay que convertirnos en un país libre e independiente y entonces luchar por este derecho que hoy nos asiste. Es momento de pensar por la independencia. Pensemos.