La falta de humanidad en las cárceles del país

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Corrección niega violaciones a derechos civiles en las cárceles y ordena investigación

  Secretaria de Corrección y Rehabilitación Ana Escobar niega que presos en Las Cucharas tomen agua de inodoros; pero siguen las denuncias de confinados y sus familiares 

La Secretaria del Departamento de Corrección y Rehabilitación, Ana I. Escobar Pabón, negó que los presos en la cárcel Las Cucharas en Ponce tomen agua de inodoros y ordenó una investigación. 

A través de la Dra. Milagros Rivera Watterson, ex presidenta del Colegio de Trabajadores Sociales de Puerto Rico y portavoz del Comité de Amigos y Familiares de Confinados, Escobar Pabón dijo a los medios que conforman la Asociación de Periodistas Independientes de Puerto Rico (ASPIPR) que “no hay problema de agua potable en esa institución [la Ponce 1,000 en Las Cucharas] y que ellos proveen suficiente agua embotellada para responder a las necesidades de los confinados”.

Al artículo publicado en cadena ayer por estos medios, Escobar Pabón reaccionó arguyendo que “no se usa taser” para neutralizar a los confinados cuando sus ánimos se exacerban. 

“Hace 24 años no se usa en ninguna institución”, dijo la Secretaria del Departamento de Corrección y Rehabilitación al argüir que “se ha tenido que aplicar la Regla 9 de procedimientos disciplinarios porque los confinados están rompiendo los acrílicos utilizados como tragaluces en sus celdas con el fin de tratar de obtener contrabando”.

Los otros señalamientos revelados, que incluyen el uso de gas pimienta y agresiones de los oficiales de custodia, no fueron argumentados por Escobar Pabón.

Escobar Pabón se comprometió a enviar hoy un equipo especializado a inspeccionar la institución.

Mientras, las denuncias de los reos continúan. La Dra. Rivera Watterson aclaró que cada institución penal tiene un grupo de familiares que aparentemente vela por que se salvaguarden los derechos civiles de sus seres queridos, privados de la libertad.

“Nuestro grupo sólo está trabajando con denunciar cualquier situación violatoria de derechos humanos, pero no con las quejas diarias que traen los familiares, aunque de vez en cuando llega alguna y la atendemos”, dijo Rivera Watterson, quien refirió el asunto a la Comisión de Derechos Civiles.

El sábado trascendió que a los presos de la Ponce 1,000 en Las Cucharas “los obligan a tomar agua de los inodoros; no les proveen medicamentos ni ropa, y cuando se quejan, aumentan los castigos corporales y el uso de gas pimienta”.

Hoy trasciende un audio en el que la esposa de otro confinado en Ponce alega que fue golpeado por oficiales de corrección, quienes le rompieron una costilla, y a pesar de estar sangrando, no le prestaban atención médica.

 

CRISIS EN LAS CÁRCELES 

Entre enero y finales de febrero la secretaria Escobar Pabón tuvo que admitir que se habían registrado 13 muertes en las cárceles, lo que levantó preocupación sobre la inseguridad en los centros correccionales.

Reportaron entonces que la curva de muertes por causas “naturales”, que incluyen el padecimiento de enfermedades crónicas, o por causas “no naturales”, que incluyen asesinatos y sobredosis con substancias controladas, estaba en aumento vertiginoso desde el 2019.