La deuda pública de los EE.UU y su alcance para Puerto Rico

Economia Solidaria

El 19 de enero de 2023, Estados Unidos alcanzó el techo de su deuda pública, que es de 31.4 billones de dólares (31.4 trillion dolars).  El techo de la deuda es la cantidad máxima que el Congreso de Estados Unidos permite al Tesoro estadounidense tomar prestado mediante la emisión de deuda pública.

La Administración demócrata del presidente Joe Biden lleva desde enero de 2023 reorganizando sus partidas de gastos y buscando la manera de allegar más fondos al Tesoro para poder seguir haciendo frente a sus pagos y mantener abierto el gobierno federal.

De igual forma, ha intentado en varias ocasiones negociar con la mayoría Republicana en el Congreso un aumento del techo de deuda. Pero el ala más radical del Partido Republicano no está, por el momento, dispuesta a pactar. Exige sustanciales recortes de gasto público inasumibles para el Partido Demócrata.

Se perfila que para verano se produzca un acuerdo entre demócratas y republicanos de la Cámara de Representantes federal. El supuesto acuerdo que se lograría para el verano, no supondría la autorización de nuevos gastos, simplemente permite al gobierno federal endeudarse para sufragar los programas de gasto aprobados por el Congreso. Es decir, la elevación del techo de la deuda no equivale a incurrir en nuevo gasto público. Simplemente permite al gobierno federal sufragar aquello a lo que ya se ha comprometido.

Este ajuste al techo de la deuda se introdujo en 1917, durante la Primera Guerra Mundial, permitiendo que el Tesoro emitiera bonos (los denominados Liberty Bonds) de manera recurrente, pero manteniendo límites.

El objetivo inicial del techo de la deuda era agilizar el endeudamiento del Tesoro, pero garantizando cierta disciplina fiscal. Sin embargo, con el paso del tiempo, el aumento del papel del Estado en la economía y la expansión del gasto público en Estados Unidos, el volumen de deuda pública en circulación se ha ido incrementando.

Así las cosas, los ajustes permitidos han hecho que el techo de deuda se haya convertido en un mero trámite administrativo. Desde 1960, se ha aprobado 78 veces: 49 bajo presidentes Republicanos y 29 bajo presidentes demócratas.

Empero, con la polarización política en Estados Unidos, lo que era un asunto procesal se ha convertido en una batalla política. Por ejemplo, en 2011, cuando la Administración Obama tuvo que coexistir con un Congreso de mayoría republicana, a partir de las elecciones de medio término de 2010, se vivió un episodio similar al actual. Los congresistas republicanos se negaron durante meses a pactar un acuerdo político en torno al techo de la deuda. Finalmente, hubo un acuerdo, pero la incertidumbre llevó a la rebaja del rating AAA por parte de Standard and Poor’s. Desde ese momento, no ha devuelto la máxima calificación crediticia al país. Algo similar sucedió en el año 2013, abocando en este caso a un cierre del gobierno entre el 1 y el 17 de octubre.

Cuando se alcanza el techo de la deuda, el Congreso de Estados Unidos tiene dos opciones: elevarlo o suspenderlo. Durante la presidencia de Trump (2017-2021), el Congreso aumentó el techo de deuda tres veces y, en agosto de 2019, se llegó a un acuerdo para suspenderlo durante dos años. Cuando el período de suspensión del techo de la deuda llega a su fin, éste se restablece incrementado por el importe del endeudamiento que ha tenido lugar durante este período de tiempo.

En diciembre de 2021 el límite de la deuda volvió a aumentarse hasta los 31.4 billones de dólares. Pero, el 19 de enero de 2023, se alcanzó ese límite de los 31.4 billones de dólares, sin mediar acuerdo en el Congreso para su elevación o suspensión. A partir de ese momento, por tanto, el Tesoro de Estados Unidos no está ya habilitado para tomar prestados fondos adicionales.

Como no se puede emitir deuda pública adicional y los ingresos fiscales no son suficientes para abordar los gastos, el Tesoro estadounidense ha ido adoptando algunas “medidas extraordinarias”, que sirven de parches, pero que no resuelven el problema. Y así marchan las cosas actualmente en Estados Unidos.

El presidente estadounidense Joe Biden ha advertido que el incumplimiento de pago de la deuda de su Gobierno afectaría no solo a la nación norteamericana sino al mundo entero. 

"Si no pagamos nuestra deuda, el mundo entero estará en problemas", dijo el mandatario durante un discurso en el condado de Westchester (Nueva York).

De igual manera, alertó que el impago acarrearía consecuencias internamente en Estados Unidos para la ciudadanía, tales como la subida de los tipos de interés de las tarjetas de crédito, las hipotecas, el retraso en los pagos a la seguridad social, así como el aumento del desempleo.