Frente Independentista Boricua dice ¡Fuera LUMA!, ¡No a la explotación! ¡No al desplazamiento!, ¡No al colonialismo!

Comunidad
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Hay una guerra en Puerto Rico, y es una guerra de opresores contra oprimidos. Hay un
gobierno corrupto, al servicio de intereses del capital financiero de Wall Street y de la
política imperial Washington. Su elite política está dedicada al saqueo de los fondos y
bienes públicos. Y ante ese panorama, nuestro pueblo se encuentra huérfano, sin una
cobertura mediática apropiada.
Al presente, las fuerzas que controlan nuestro país se encuentran destrozando sin
tregua la infraestructura material del país para entregarla al capital privado extranjero.
Ese es el caso de la Autoridad de Energía Eléctrica, una corporación pública de
importancia fundamental para el desarrollo productivo del país, la cual ha sido
transferida a una entidad privada llamada LUMA, que no tiene ningún compromiso
social con nuestro pueblo, sino que está dedicada al lucro y orientada al saqueo.
Carece de experiencia y conocimientos de nuestro sistema de distribución de energía,
contratando ingenieros y personal extranjeros no certificados en Puerto Rico. Tal
improvisación, desde que asumieron el control hace poco más de un año ha causado
serias averías en nuestro sistema eléctrico y repetidos apagones, generando ansiedad
e indignación en nuestro pueblo, que hoy sale a las calles a luchar y exigir ¡Fuera
LUMA, Abajo el gobierno colonial!
Esa situación ha sido propiciada e impuesta por el régimen de una junta fiscal impuesta
por Estados Unidos, sin el aval de nuestro pueblo que pretende que nuestro pueblo
pague con sufrimiento una deuda que ha sido producto del ilegal régimen colonial.
El aumento en el costo de la vida, las rentas, los alimentos, la transportación hacen la
situación cada vez más precaria para la inmensa mayoría del pueblo. Se ha disparado
la criminalidad, la violencia de géneros, la especulación, y se han precarizado las
condiciones de trabajo. EL saqueo de nuestros recursos naturales es monumental.
El esquema del sistema opresor plantea el desplazamiento poblacional, la entrega de
preciados tesoros naturales, de la tierra y las viviendas para evasores contributivos
gringos, lo que sin dudas constituye una escalada en la ofensiva de colonización y
desmantelamiento de la Nación Puertorriqueña. Mientras tanto las comunidades luchan
y se enfrentan con valentía al colonizador. Combate el pueblo un acelerado proceso de
gentrificación. ¡Se escuchan las voces de Gringo Go Home! en cada rincón del país.

La problemática general de Puerto Rico es causada por su condición colonial y por la
completa subordinación de los poderes políticos, económicos y jurídicos ante el
congreso del país opresor, los Estados Unidos de América.
Tal panorama genocida suele pasar desapercibido por la mayoría de los medios de
comunicación, quienes por omisión o por intereses creados optan por no reseñar la
crisis multidimensional existente en Puerto Rico, colonia de Estados Unidos. Ya son
124 años de ese régimen colonial, que sin embargo ha encontrado siempre la activa
resistencia de los sectores patrióticos y del movimiento de liberación boricua, a pesar
de la represión y el dominio imperial de todos los aparatos ideológicos y coercitivos del
estado.
Falsos plebiscitos y proyectos de legislación impulsados por el Congreso de Estados
Unidos no han sido efectivos en ocultar la realidad colonial de Puerto Rico y la flagrante
violación a las leyes internacionales que condenan al colonialismo como un crimen de
lesa humanidad. Nuestro pueblo adquiere conciencia cada día y advierte que la
subordinación colonial es causa fundamental del entuerto social que se padece.
En Puerto Rico, el pueblo lucha, resiste combate los sistemas de opresión en todos los
frentes. Los medios de comunicación masiva deberían prestar más atención y dar
espacio para que se conozca esa realidad y no solamente el punto de vista de los
opresores. Con ese propósito hacemos un énfasis hoy en exigir la divulgación de tal
situación que coloca en una posición precaria a millones de residentes en la nación
puertorriqueña.  
El cambio radical que se necesita para construir un nuevo país, una nueva sociedad y
un Puerto Rico Libre, viene con fuerza, desde abajo hacia arriba y solo admite como
posible la victoria del pueblo.