Félix Verdejo contra las sogas [el caso se ha salido de control y provoca dudas en la opinión pública y al jurado que aguarda pacientemente]

Política
(San Juan, 1:00 p.m.) En lo que se ha tornado en un “lamento borincano”, el juez federal Pedro A. Delgado, dispuso hoy a petición de la defensa en el caso contra Félix Verdejo, que el licenciado Edwin Prado Galarza, no tenía que testificar.  Esto parece sencillo, pero para la opinión pública de Puerto Rico, donde los 12 jurados y dos suplentes viven y escuchan, provoca dudas, incertidumbres y si acaso, temores. En particular, porque de ordinario los juicios federales no se detienen, pero el actual contra el expugil boricua, lleva dos días detenidos.

La solicitud para que Edwin Prado Galarza testifique surge a petición de los abogados de defensa. Estos, de forma muy hábil, luego de haber escuchado el testimonio del testigo estrella, Luis Cádiz, quien alegó que el licenciado Edwin Prado Galarza lo invitó a mentir y a cambiar asuntos medulares del trágico evento, pidieron que el abogado testificara en contra de su voluntad (testigo hostil). Ante este cuadro, y como medida inteligente, en cualquier resultado la defensa sale fortalecida pues el criterio de “más allá de duda razonable” para encontrar la convicción de Verdejo, no se logra y se debilita.

El licenciado Edwin Prado, objetó participar en el juicio alegando razones de conflicto de interés, no como asesor del testigo estrella, Luis Cádiz, sino por haber asesorado a la exesposa de Félix Verdejo, Eliz Santiago, y a su padre, Miguel Santiago, quien se encuentra detenido por acusaciones de narcotráfico que pesan en su contra hoy. 
Ante este cuadro, provocado por una reacción muy inteligente de los abogados de la defensa, Jasson González y Gabriela Cintrón, de traer contra su voluntad al licenciado Prado Galarza, surge muchas dudas que fuerzan repensar la conclusión de este caso.

De forma temporera, por las pasadas 48 horas, fiscalía federal ha perdido el control del caso. Mientras, a cada día que pasa, el jurado se va “olvidando” de la prueba. Lo que queda son los argumentos finales y la memoria que tanto fiscalía como la defensa puedan recrear en los jurados.  Ahora bien, lo más importante, es el dato, que cada día que pasa, los jurados pueden ir cambiando de posiciones influenciados por un país que pese al dicho, prohibido olvidar, en realidad olvida pronto.

Para este caso, hay que destacar el manejo inteligente de los recursos de la defensa.  Como en el caso de Sixto George Díaz Colón, donde una inteligente defensa logró desmontar a fiscalía federal, en el caso de Félix Colón, tenemos una situación muy similar. Pese a lo que sea el fallo del jurado, fiscalía federal luce debilitada en este caso.

Y ojo, que este caso es sobre el trágico asesinado de Keishla Rodríguez. Un horrible suceso que no debió haber ocurrido. Ahora bien, lo que no queremos es que un hombre pobre, negro, y de recursos sociales limitados, acabe en la cárcel para justificar el trabajo de fiscalía federal y su proyección que son los buenos que luchan por la justicia social en Puerto Rico.  Pensemos.