Los innombrables de Iris Tocuyo

Cultura

(San Juan, 10:00 a.m.) Los innombrables es la última publicación de la poeta Iris Tocuyo-LLoveras. El poemario es una publicación de La Bodeguita de Iris/F.A.I.N.E. La portada es una impresionante fotografía de un hombre golpeado por la vida que en un rictus agónico recoge el simbolismo del poemario. La foto fue tomada por la escritora. Las impresionantes imágenes que engalanan el libro son también de Iris.

El poemario cuenta con 22 poemas en 72 páginas. El poeta, narrador y periodista, Alberto Hernández prologó la obra. El libro está dedicado a José Antonio Henriquéz “y a todos los innombrables que me rodean y te rodean”.

Maestra del lenguaje y dueña de poderosas imágenes que forjan cuadros mentales a través de las palabras, Iris crea una obra genial, fácil de leer y con un simbolismo claro que penetra la piel hasta llegar a la medula de los huesos.

La obra es un poemario de concienciación social, un llamado a visibilizar lo que vemos, pero no queremos aceptar: el deterioro moral y socioeconómico de nuestra sociedad. Condena la indiferencia de todos y la negación de nuestras instituciones para enfrentar el problema de la deambulancia, las enfermedades mentales que nos corroen y el hambre física y emocional que nos traspasa como espada desgarrante.

En este poemario, Iris utiliza las técnicas que aprendió en sus estudios de psicología social y teoría del comportamiento y asesoría y orientación para documentar la problemática de la deambulancia y la ignominia de los demás grupos sociales de una manera creativa y contundente a través la poesía.

El poema “Los innombrables”, que le da título al poemario, nos describe el deterioro del ser humano que habita en las calles, el desprecio de la sociedad hacia estos hermanos y como intentamos mantenernos indiferentes por el sentido de culpa que genera este desastre social.

Los poemas describen la soledad, la impotencia, la desesperación y las condiciones infrahumanas en que viven nuestros coetáneos. Cada verso es un aguijón que taladra mentes y corazones en un intento de hacernos reaccionar ante una problemática que continúa en aumento según envejece y se empobrece la sociedad puertorriqueña.

En su poema Conversación V, Iris condena a los religiosos que llaman a expiar las culpas mientras saquean los bolsillos de los incautos mientras son cómplices de la invisibilización de los hombres y mujeres sin hogar.

Iris clama por una reacción que vaya más allá de las oraciones, una acción contundente que libere el cuerpo agónico de los sufrimientos del alma. “Soy sacrificio en cuerpo y alma/Y todavía permanezco en el infierno/ Te cambio el diezmo por una palabra/que me diga en voz al cuello que existo”.

La soledad es un tema que se palpa en cada poema, pero es en “Soledad” donde la autora la extiende a los adultos mayores que nos hacemos ciegos y sordos ante el dolor de los hijos en la calle.

La autora no oculta los problemas de la calle. Iris plasma en su poesía la problemática diaria de los que buscan sobrevivir entre edificios vetustos y casa de cartón y cinc corrugado. Puntualiza el deterioro mental, la drogadicción, la prostitución, la venta de órganos… y la manipulación de la manosoculta que se enriquece con la pobreza misma.

El académico de número de la Academia de la Lengua en Venezuela, Alberto Hernández, señala en su prólogo que” “Todo el libro de Iris Tocuyo LLoveras es un solo poema: un texto que se imbrica hasta lograr activarse desde el título, porque los sujetos de estos versos no portan cedula de identidad, no cuentan con un nombre que los represente, pasan, para muchos con nombres conocidos, inadvertidos como sombras que se deslizan por el pavimento y dejan las marcas de sus olores y palabras inconexas o hasta plenas de una extraña sabiduría”.

Por su parte, la autora, en sus palabras introductorias afirma que “los innombrables son nuestra realidad, nuestra cotidianidad”. Iris hace un llamado a la acción social: “¡Despertad! Actuemos, hagamos propuestas, busquemos soluciones, somos artistas, creadores, somos parte de esta visión que nos empobrece el alma”.

Sentencia Tocuyo LLoveras que, “si no actuamos, también seremos fantasmas enredados en nuestro supuesto bienestar aderezado de estas orillas derrumbadas, de estos seres-paredes olvidados de Dios y de nosotros”.

Iris Tocuyo LLoveras nación en Quiriquire, Venezuela, pero reside en Puerto Rico. Es egresada de la Universidad Central de Venezuela y posee cursos de post grado en psicología social y teoría del comportamiento de la Universidad Simón Bolívar y teoría de la comunicación en la Universidad del Zulia.

La autora ha publicado 17 libros, 12 de ellos en literatura infantil, cuatro poemarios y un compendio de cuentos. Tocuyo LLoveras ha publicado en revistas profesionales y participado en varias antologías. Iris es, además, artista plástico con exposiciones en Venezuela y otros países. Ha trabajado como tallerista para niños y maestros en varios países continentales, incluyendo Estados Unidos y Puerto Rico.

Recomiendo la lectura del poemario y su amplia distribución como un llamado a esta sociedad decadente que niega su realidad, desprecia a sus desvalidos y marginados para cebarse en el hedonismo mientras atonta sus sentidos con la droga de la indiferencia.