Vivencias de Néstor J. Irizarry

Cultura

(San Juan, 10:00 a.m.) La recolección de los recuerdos es la piedra fundamental para construir la microhistoria. Sin embargo, los recuerdos deben estar acompañados de fuentes documentales verificables porque la memoria suele ser truculenta. Dos personas pueden guardar recuerdos diferentes de un mismo evento, aun mas, cada vez que contamos un suceso, le añadimos o le quitamos detalles. En épocas pasadas se utilizaban los diarios, donde corrientemente se escribían los eventos más significativos que la persona deseaba recordar. Los diarios eran testimonios no solo de los acontecimientos, sino de las emociones, el impacto individual y colectivo que estos eventos dejaban. El diario de Ana Frank es probablemente uno de los testimonios de vida más valorados. (Sobre la memoria, se puede leer el trabajo de Julia Lifanov, Juan Linde-Domingo, Maria Wimber. Feature-specific reaction times reveal a semanticisation of memories over time and with repeated remembering. Nature Communications, 2021; 12 (1) DOI: 10.1038/s41467-021-23288-5).

Andando por los caminos de la memoria, Néstor J. Irizarry Remus publicó este año su libro Vivencias donde hace un recorrido por su vida y su devenir familiar y comunitario en el sureño pueblo de Lajas. La obra es una publicación de Editorial Akelarre. La edición estuvo a cargo del aiboniteño y ex director de las imprentas de la Universidad Interamericana Recinto de San Germán y de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Mayagüez, Humberto Hernández. El historiador lajeño, Pablo Crespo Vargas, realizó la diagramación y escribió el prólogo del libro.

Crespo Vargas destaca que, “El objetivo de esta obra es dar la oportunidad a otros… a que analicen el pensamiento y filosofía de vida que Néstor practica y que puede apreciarse a través de sus escritos”.

El libro cuenta con 194 páginas y 57 narraciones, redactadas entre el 2010 y 2019. Los ensayos, colocados en orden alfabético no temáticos ni cronológicos, narran hechos históricos, historiografía, política, relaciones humanas, ciencias sociales, tradiciones, cotidianidad y autoayuda.

En su obra Irizarry Remus demuestra sus amplios conocimientos por ser un gran lector y filósofo de la vida. El escritor empodera su narrativa con citas de sus autores y pensadores favoritos. En la introducción del libro, el ensayista indica que “Vivencias es un recorrido de nuestra vida desde la infancia hasta el presente”, pero añade. “cada escrito tiene un mensaje”. Al final, Vivencias es más que una recolección de experiencias, es un trabajo filosófico que te invita a replantearte la existencia y hacer los cambios necesarios para vivir mejor.

Irizarry Remus, profesor de historia, asegura que su intención con Vivencias es enseñarles a los estudiantes que “volver al pasado es vivir de nuevo”. “Siempre en nuestras vidas van a existir tiempos que fueron mejores. Cada caída nos enseña a levantarnos; las caídas no cuentan sino las veces que nos levantamos”.

Entre análisis de experiencias y pensamientos filosóficos, Néstor recolecta tradiciones lajeñas que lo han marcado, como lo son las misas de aguinaldo. Narra también sus recuerdos de la comunidad el Tokío, en el pasado un sector muy poblado en la entrada de Lajas cuando se viajaba desde San Germán.

El Tokío también era conocido como Ancones una extensión del nombre del barrio sangermeño que colinda con Lajas y cuya división lo es la Carretera 321. De hecho, mi prima ya fallecida, la historiadora y educadora, Dra, Lydia Padovani de Ortiz, siempre se refirió a la comunidad donde nació como Ancones. Haciendo eco en mi memoria, uno de los sectores más poblados del Tokío lo fue la barriada el Mamey, que al igual que la mayoría de las casas que engalanaban el área, desapareció a finales de la década de 1950 y principios de 1960 cuando el gobierno decidió construir una carretera para facilitar el tráfico entre Lajas y San Germán. Tristemente el proyecto no se llevó a cabo hasta el siglo XXI, no por donde estaba pautada originalmente la vía y como pasa en este país, la construcción quedó inconclusa por falta de fondos. A su paso, la nueva carretera destruyó caminos tradicionales (Las Canelas), ocultó lugares de gran valía ciudadana (las charcas del Mamey, un sitio de diversión y esparcimiento comunitarios) e históricos (túnel del tren).

En su ensayo “Maldita Guerra”, Irizarry Remus culpa a la guerra de Corea porque “ahogó a muchos de nuestros jóvenes de esa época en el alcohol”. En el escrito destaca el valor del Regimiento 65 de Infantería y reconoce a su padre, Roberto J. Irizarry Morales (recientemente fallecido) por haber combatido en esa contienda. Rememorando su infancia, Néstor escribió que creció escuchando a “los amigos de mi padre, a quienes considero héroes de combate y de la vida misma” contando las anécdotas de la terrible guerra “ahogadas por muchas ocasiones en un mar de llanto, testigo fiel de sus sufrimientos y también por el licor”.

Destaca el lajeño que la música jugó un papel importante en la vida de los soldados “reafirmando sus raíces con orgullo patrio y enlazando sus emociones y sentimientos”.

Irizarry Remus no pudo dejar fuera los “Rumores de pueblo”. Se pregunta el autor, ¿quién no ha vivido la experiencia de ser parte del elenco de un chisme?” Añade que el cotilleo “existe en todas las clases sociales” y que “unos son más interesantes que otros, pero al final todo es lo mismo”. Concluye el escritor que “las lenguas viperinas hacen más daño que las armas de destrucción masiva. La gente reacciona de distinta forma ante el rumor, pero de todas maneras se pone en duda la integridad de la persona que es objeto del lío”.

En su ensayo “Ser como los demás”, Irizarry Remus cuestiona a la clase política y a sus seguidores. “En Puerto Rico tenemos líderes muy pueblerinos… En ocasiones,

estos líderes son señalados por su conducta…, pero aun así gozan de la preferencia del electorado”.

Vivencias es una gran lectura, especialmente para los que somos contemporáneos con el autor. Para los lajeños constituye un análisis de su microcosmos dentro del contexto patrio y para las nuevas generaciones, Vivencias es un motivador que fortalece la autoestima y les enseña a no dejarse abatir por los golpes que puedan recibir en su evolución como jóvenes y en su deambular por la vida como adultos.

Néstor Irizarry Remus es sangermeño, pero su vida ha transcurrido en Lajas de donde es su familia. Estudio historia y derecho en la Pontificia Universidad Católica, Recinto de Ponce. Es profesor de historia en la Escuela Superior Leonides Morales Rodríguez de Lajas.