La crisis ideológica de Muñoz Marín comenzó con la bandera americana

Política

(San Juan, 9:00 a.m.) El inicio del hermafroditismo ideológico de Luis Muñoz Marín comenzó cuando el 30 de septiembre de 1943 proclamó como “necesario” que de todos los Comités Municipales del Partido Popular Democrático (PPD) observen en todos los casos la costumbre de colocar la bandera de los Estados Unidos además de la bandera de nuestro partido en todos nuestros actos públicos, así como en nuestras oficinas de nuestros organismos locales y rurales”.

Ese hermafroditismo ideológico maduró cuando pronunció las siguientes palabras al final de la Convención Constituyente: “No somos proamericanos, somos ciudadanos americanos. No nos cobija la ciudadanía americana. La ciudadanía americana la llevamos dentro”. Más tarde se decantó por el voto de los puertorriqueños residentes en Puerto Rico por el voto presidencial.

Finalmente, terminó definiéndose ideológicamente con la determinación de que era incompatible ser popular y pertenecer al Congreso Pro Independencia, fundada en 1943 por delegaciones de todos los municipios, y cuyo vicepresidente era Vicente Geigel Polanco, dirigente del Partido Popular Democrático (PPD) y portavoz de la mayoría del Senado, así como por Gilberto Concepción de Gracia, asesor legal del grupo, entre otros prominentes puertorriqueños, cuando todavía no se había fundado el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP).

Fue a partir de ese parteaguas ideológico que el PPD fue poco a poco y cada vez más convirtiéndose en un germinador del anexionismo en Puerto Rico.

La acumulación de aquella polvareda ideológica se ha convertido en el lodazar de la colonia federalizada de Puerto Rico por una cada vez mayor injerencia de las instancias de poder washingtonianas localmente.

Contrario a una mayor autonomía de Puerto Rico, lo que ha habido es mayor dependencia política y económica traducida en un ahondamiento de la injerencia de Estados Unidos en la gobernanza isleña.