Pablo Milanés y la salsa, siempre serás recordado

Cultura


(San Juan, 12: 00 p.m.) Álbum póstumo de Pablo Milanés-Placa doble integrada por veinte canciones del trovador cubano-Están desde los grandes de la salsa Gilberto Santa Rosa, Oscar de León, Ismael Miranda, La India, Luis Enrique, Víctor Manuel, Issac Delgado, El Canario y Andy Montañez. Y otros sin vinculación con el género: Alejandro Sanz, Juanes, Diego Torres, Rosario, Ana Belén y Fco Céspedes.

El proyecto fonográfico que Pablo Milanés grabó antes de su fallecimiento: Amor y Salsa – 80 Aniversario acaba de ser lanzado al mercado de forma íntegra luego de la aparición de varios sencillos en plataformas digitales durante el año 2022.

Álbum concebido junto al violinista Dagoberto González Jr., quien se hizo cargo de la dirección musical, los arreglos, selección de los temas y cantantes partícipes. Colaboración de virtuosos instrumentistas (Gonzalo Rubalcaba, Alexander Abreu, Alain Pérez, Javier Gutiérrez Maso, Yaroldy Abreu, Pedrito Martínez…), quienes hicieron posible trasladar a las conformidades de los ritmos afrocubanos las exitosas canciones del cofundador del Movimiento de la Nueva Trova Cubana. Versiones frescas aderezadas de contagiosos estribillos montuneros propios del son cubano. 18 piezas a duetos y 2 moduladas en solitario por Milanés (“Quiero poner en la tierra mis pies”, “Cuanto gané, cuanto perdí”).

Viaje por un repertorio diverso en tránsito de composiciones en la categoría de lo tradicional hasta la modernidad: bolero, filin, nueva canción trovadoresca guaguancó, son y guaracha. “Fui erigiendo, a partir de las ideas de Pablo, un espacio sonoro lleno de nervio y pujanza desde armonizaciones orquestales enraizadas en la tradición sonera y fusión de conjunciones de la salsa”, ha dicho Dagoberto González Jr.,quien fue integrante del ensamble de Milanés durante 25 años. Presencia de coplas clásicas: “Para vivir” en complicidad flamenca con Alejandro Sanz; “El breve espacio en que no está”, a dueto con Gilberto Santa Rosa; “Yo no te pido” con La India; “Años”, interpretada por Oscar D’León; o “Ámame como soy” con la sonera Aymée Nuviola y el pianista Gonzalito Rubalcaba. Destacan dos canciones recientes “Día de luz” con el colombiano Juanes; y “Desde el portal” en diálogo con Francisco Céspedes. “Matinal”, una de las más hermosas tonadas de amor del cancionero cubano, es presentada junto al puertorriqueño Ismael Miranda: veterano de la música salsera, figura icónica del género.

“Es un disco que Pablo concibió con calma en el propósito de hacer una recreación de sus composiciones trasladadas a la música salsa configurada en los parámetros del son cubano. Él siempre agradeció la colaboración de los músicos y de los vocalistas participantes, decía que era un honor hacer duetos con ellos. Emocionante legado de amor y salsa. El fonograma coincidía además con su cumpleaños 80. Finalmente, no pudo verlo terminado. Pero Amor y Salsa ha visto la luz: es su primer fonograma póstumo”, dijo Nancy Pérez, quien estuvo casada con el trovador de Bayamo, amén de ser su manager.

¿Proyecto que Milanés tenía en su cabeza desde los años 90?

Era un amante del son oriental y del estilo de la salsa; escuchaba a los grandes salseros de los años 70 y 80: Oscar D’León, Blades, Willy Colón, Sonora Ponceña, El Gran Combo y otras agrupaciones. Sí, en los 90 intentó grabar un disco que se iba a llamar Pablo y Salsa. Realizó por esos años con Andy Montañez el álbum AM PM con algunas versiones de bolero tradicional, salsa y son.

¿La idea cuaja años después?

Quedó retumbando y pendiente hasta 2018. Dagoberto González le dijo que ya era el momento de hacer algo trascendente con la posibilidad de invitar a destacados intérpretes de salsa, de pop, de balada, de son, de guaguancó y de bolero, admiradores de su obra y conformar este fonograma.¿Milanés escogió a los cantantes?

No, todo lo dejó en mano de Dagoberto González, productor, director musical y arreglista. Las propuestas de los intérpretes y las canciones llegaban con el arreglo orquestal incluido, Pablo las revisaba, daba el visto bueno y todo continuaba.

¿Sesiones de estudio en diferentes espacios?

Sabíamos que sería una faena larga y de mucha dedicación. Nos abocamos a programar sesiones de grabaciones con los colaboradores y con los instrumentistas en diferentes momentos en Cuba, España, Miami, Puerto Rico y New Jersey. En medio de toda esa vorágine, llegó la pandemia y paralizó todo el trabajo. Pero, la idea estaba clara, la cual fue retomada en la pospandemia.

¿Intención de que la música de Milanés tuviera repercusión en otros ámbitos?

Pablo estaba muy entusiasmado de poder atraer a nuevas audiencias, sobre todo de jóvenes. Creo que el disco corrobora la riqueza y la versatilidad de sus composiciones que pueden tener mudanzas al jazz y a la salsa. Textos que no son habituales en la modalidad ahora tienen la posibilidad de ser coreados mientras se bailan.

¿Planes de presentación de otros trabajos que Milanés dejó pendientes?

Estamos trabajando en la posproducción de un álbum con canciones inéditas y sobre todo de melodías concebidas por él en los últimos cuatro años. Queremos llevar a un fonograma el último concierto que ofreció en La Habana en junio de 2022.