(San Juan, 10:00 a.m.) Con la muerte del querido amigo Félix Ojeda Puerto Rico pierde a uno de esos seres imprescindibles a que se referia Bertold Brecht en su célebre frase.
Félix consagró su vida al rescate de la memoria de próceres que desde el más allá le están esperando para agradecerle tantas horas dedicadas al estudio de sus vidas. Con Betances en particular continuó la tarea investigativa de otra mente privilegiada que le precedió, la de Ada Suárez Díaz, colocando al prócer de Cabo Rojo en el sitial que merecía como Padre de la Patria Puertorriqueña.
Como bien han señalado los copresidentes del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, Julio Muriente Pérez y Angel Rodríguez León, "Desentrañar cada detalle de la vida de Betances y sacar del olvido al que por tanto tiempo fue sometido el Gran Laborante, fue la tarea titánica que asumió Félix por muchos años, con profunda alegría y singular compromiso patriótico, académico e intelectual."
Hoy le rendimos homenaje con una foto en que aparece con su entrañable amigo Don Juan Mari Bras, otra foto en la ocasión en que lo felicitábamos por su iniciativa de publicar las Obras Completas de Betances cuando nos encontramos en un cumpleaños de mi querido compadre Gilberto Concepción Suárez que hoy está recibiendo a Félix con un patriótico abrazo, y las portadas de dos de sus libros más importantes.