(San Juan, 9:00 a.m.) Nadie lo veía venir de esta forma, pero en las pasadas 72 horas, el Partido Nuevo Progresista (PNP) ha colapsado. Ha colapsado, porque el “palo” ya venía debilitándose a partir de los malos manejos de corrupción gubernamental, y por otro lado, por la antipatía que tienen múltiples sectores del país a su clase dirigente. Por lo que los eventos en la Universidad de Puerto Rico (UPR), así como la salida del alcalde de San Sebastián, o el embarazo de Jennifer González, lejos de fortalecerlos, los han debilitado.
El mal manejo de la crisis de la UPR Recinto de Ciencias Médicas, abrió una puerta muy delicada para la estabilidad del PNP, hoy en el poder. Los estudiantes no tradicionales detuvieron el primer centro docente de medicina del Caribe. La incorrecta selección de un mediador sin experiencia previa en este tipo de mediación, provocó una grieta de confianza en la administración del conflicto y de dicho recinto. No obstante, para el partido en el poder, la solución urgente de la crisis, se convirtió en un asunto par contener los desafectos nacionales. Que nadie se olvide, 11 recintos, una UPR.
De otro lado, la salida esperada aunque abrupta del alcalde de San Sebastián, Javier Rodríguez, de su afiliación con el PNP, los deja con “escalofríos”. Se cumple la profecía de Tomás Rivera Schatz que el Proyecto Dignidad le está drenando gente, electores, al PNP. De haber otras fugas, como se puede preveer hoy, el PNP se convertiría posiblemente en la tercera o cuarta fuerza política en las próximas elecciones. Lo que habría que examinar es si se fortalecen otros partidos políticos, entre otros el Partido Independentista Puertorriqueño y el Movimiento Victoria Ciudadana.
Finalmente, la madre salvadora es Jennifer González, quien ante la crisis, podría recuperar la fuerza de su partido por algo tan sencillo y atractivo: ser madre de gemelos. Todo indica que ella estará lanzando su candidatura a la gobernación, para participar en primarias próximamente. Veamos si esto devuelve al PNP a un punto de fuerza y confianza electoral, que hoy parecen no tener.
Las próximas elecciones generales serán las mejores en la historia colonial de Puerto Rico. Las mimas tienen muchas sorpresas, hoy desconocidas por nosotros. Pensemos.