Bad Bunny regresa, ¿y qué diferencia hace para el pueblo de Puerto Rico?

Justicia Social
(San Juan, 1:00 p.m.) Bad Bunny regresa. En realidad regresa todo el tecnomercado de Rimas Music y el talento, para imponernos lógicas de consumo. Los relacionistas públicos del cantante de música urbana están a full. ¿Cómo no? Un concierto tipo escucha acústica de su nuevo disco. Patriotico, antes que la Jenner y sus hermanas lo escuchen en California, él lo lanza en Puerto Rico. Y en realidad, como diría Andy Montañez, ¿Quién no se siente boricua?
Bad Bunny, el personaje musical y no el ser humano llamado Benito Antonio Martínez Ocasio, ha sabido jugar siempre con los nacioanlismos, tan importantes para el credo boricua.  No obstante, de un tiempo para acá, y luego del documental del Apagón, y los $435 millones que genero en su gira 2022, de los cuales el creció a $88 millones de dólares, se ha olvidado de Puerto Rico, de su gente de Vega Baja y de los pobres.  El piensa, y janguea con los ricos americanos. Lo demás es el olvido.
Lo interesante es que vuelva.  Vuelve en medio de una guerra en el mediano oriente. Vuelve en medio de candidaturas del Partido Nuevo Progresista (PNP) y una crisis de proyecto de país que a todos nos agobia.  Pero él regresa, y está todo bien. Nadie lo critica, y nuevamente, sea una noticia falsa o real, nos vende la idea que 80 mil personas se quedaron sin ver su concierto. ¿A alguien le importa?
Yo pienso en otros en el género de música urbana, que en silencio y sin tanta fanfarronería, todos los días contribuyen a mejorar el país.  Pienso en los que apoyan a Adriana Diaz, nunca atleta número 1 de tenis de mesa y nunca han pedido un reconocimiento público.  Pero Bad Bunny nos pide, nos pide, y nos pide. Y ¿nos ha dado algo a cambio?  Nada.  Pensemos.