¿Las logias, tienen futuro o deben morir?

Economia Solidaria
(San Juan, 1:00 p.m.) Ojalá pudiésemos tener analizadas todas las causas que llevaron a la desaparición de logias odfélicas y masónicas que en el pasado tuvieron éxito. Las logias desaparecen, se extinguen, dejando como mudos testigos templos vacíos que de momento se convierten en ruinas. Las logias mueren como seres en prisión, silenciosamente y sin que apenas nos demos cuenta. Nadie o muy pocos las echan de menos. Peor aún. Las logias mueren siendo extrañas desconocidas en sus propias comunidades.
Hay muchos ejemplos de logias y entidades sin fines de lucro que, siendo líderes, desaparecieron casi de repente. Leones, Rotarios, Kiwanis, etc.
¿Por qué han desaparecido esas instituciones? Por causas muy similares en cada caso. La Revista JOURNAL de la Orden Masónica, Jurisdicción Sur de Estados Unidos de América, en su edición de septiembre-octubre de 2023, página 30, resume así los elementos que aseguran la sobrevivencia de una logia:
1. Ritual y Ceremonia significativo
2. Buena gerencia
3. Apoyo activo a los nuevos ingresados
4. Compromiso con los nuevos ingresados
5. Rasgos distintivos evolucionados a la realidad cambiada
6. Armonía entre sus miembros
7. Liderato, energía y entusiasmo
Pregunto, ¿Qué nos falta?
Añado: pasión para atraer nuevos hermanos y reconceptualizar la razón de ser de la logia. Vivimos en un mundo cambiante. Las logias no pueden ignorar las transformaciones sociales, demográficas, tecnológicas y comunitarias. Hacerlo es firmar la sentencia de extinción. Debemos desarrollar destrezas para identificar las nuevas necesidades que deben ser atendidas por las logias hoy. Estamos sufriendo las consecuencias del aislamiento, la apatía y la resistencia al cambio.
La mayor parte de las logias mueren por razones internas, por lo que ocurre o por lo que No ocurre dentro, más que por lo que pasa afuera de la Institución. Incurrimos en errores de gestión que tienen que ver fundamentalmente con no entender este tiempo, y no descifrar ni satisfacer las necesidades existenciales de los seres humanos que vienen a las logias. Además, por no ser juiciosos al seleccionar los dirigentes, por no proveer para el crecimiento emocional e intelectual de los hermanos y por conservar tradiciones institucionales sin sentido.
Las logias mueren por errores de gestión de sus líderes y sus integrantes y por dejar de ser representativas de los hogares de sus hermanos. Los hermanos se reducen por enfermedad, ancianidad, muerte, cambio del vecindario y de su composición familiar. El tiempo disponible para los asuntos de la logia se pierde en la competencia con otras urgencias personales, familiares, laborales o de formación profesional. Es alarmante la frecuencia de falta de quorum en algunas logias, con los peligros de que sean convertidas en fuentes personales de ingreso o privilegios para algunos, o en pequeños reinos de tiranos y aprovechados. Se agrava la situación por la deserción de muchos hermanos desencantados o frustrados en sus expectativas. ¿Qué hacer? ¿Logias para qué?