Las mujeres puertorriqueñas saldrán a votar

Política

En Puerto Rico el 54% de las personas electoras son mujeres, en otras palabras la mayoría. Cabe mencionar que somos una sociedad que lucha contra el machismo, donde los mejores salarios y las posiciones de poder más altas no están en las mujeres; pese a que son más inteligentes y preparadas que muchos hombres. La lucha por el voto de las mujeres, algo que parece tan normal hoy en día era un derecho virtualmente extraño para todas las mujeres del pasado.

Bajo los tiempos de España en Puerto Rico y en Cuba, antes del 1898 cuando la historia de ese país era la nuestra, las mujeres no tenían el derecho al sufragio electoral. No fue hasta el 1935 que las mujeres puertorriqueñas lograron el voto y en Cuba hasta el 1934. No obstante, en Puerto Rico desde el 1929 ya algunas mujeres podían votar si sabían leer y escribir. Así las cosas Cuba y Puerto Rico fueron los países de vanguardia en el Caribe en cuanto al sufragio electoral femenino. En el resto del Caribe, la lucha por el voto duró mucho más en: República Dominicana, 1943; Jamaica, 1944; Haití, 1950; Barbados, 1950, Colombia, 1954, Guyana, 1954, para mencionar algunos. Fue algo significativo el sufragio electoral universal de las mujeres en los Estados Unidos por la Enmienda Constitucional del 1919.

 

La influencia de los Estados Unidos durante las primeras décadas del S. XX en el Caribe fue total, fue el período del pleno imperialismo estadounidense en el Caribe, llamado como el Mediterráneo Americano. Con la aprobación de la Enmienda XIX a la Constitución de los Estados Unidos (1919), otorgándole el sufragio universal a las mujeres estadounidenses, seguramente hubo ecos a las noticias de esa lucha en el Caribe. En el caso de Puerto Rico, habiendo una presencia política histórico-jurídica con los Estados Unidos, las mujeres han dado una lucha intensa y perseverante para lograr su presencia electoral.

Durante los próximos comicios electorales, las mujeres puertorriqueñas no pueden olvidar que son la mayoría de los electores y que para ellas el derecho al voto ha representado una lucha de siglos. En estas elecciones del 6 de noviembre, y según el estado de las cosas, sugiero el esfuerzo de que no se quede una electora puertorriqueña sin votar.