(San Juan, 9:00 a.m.) Caminando por las calles de Houston, Texas, uno se da cuenta como la narrativa del poder de Donald Trump, no equitativa. Simplemente, los acomodados, poderosos y millonarios, se hacen mas ricos, mientras que los pobres, muchos de ellos migrantes, viven en diferentes niveles de pobreza y miseria. Es simplemente horrible la película que uno se vive.
El Ante esto, uno se pregunta, si los procesos de acumulación del aun imperio americano requieren de una manipulación continua de quien o quienes son los enemigos, mientras los utilizamos en procesos continuos de acumulación. La riqueza de los EE. UU., requiere mas que nunca de la explotación desmedida de todos los migrantes, tengan o no regularizado su estatus.
Por lo que uno ve en las calles, en el aeropuerto, o conversando con los hispanos que están en todos lados, que el régimen socio económico es uno que los incluye para explotarlos, mientras, los separa entre los ciudadanos plenos y los otros. Es muy triste ver como se incorporan de forma inmediata, con seguro social y hasta ciertos beneficios socio económicos, con tal que produzcan riqueza. Mientras, no se les garantiza ningún derecho de igualdad ciudadana.
Bajo este cuadro, lo peor aun no ha venido. El debate entre la inteligencia artificial y la construcción social de la identidad dominante, esta hoy en juego. Ser americano será en varias categorías de producción. Los migrantes con los cuales dialogue, se preguntan, ¿Cómo será el futuro? Su contestación es desconocida hoy, lo cierto es que los valoran haber llegado a los Esclavos Unidos de los Estados Unidos. Pensemos.