La paz colonial ante el universo electoral [los federales llevan 18 meses sin acusar a nadie en el PNP de corrupción]

Política

(San Juan, 1:00 p.m.) Hay algo que podríamos llamar la paz colonial. Esa condición de subordinación por el cual el mundo del consumo se reproduce en Puerto Rico sin ser cuestionado, así como la aceptación que Washington es nuestro referente salvador.  En fin, podríamos discrepar, pero vivimos en un modelo colonial de aceptación dominante al mismo, y donde lo cuestionamos solo bajo las reglas de ellos, Washington, por la via electoral.  No hay mas nada, es así.  Es una colonial de encanto.

Ahora bien, lo que no queremos ver es como ante el universo electoral, es difícil que Washington se oponga a algo. Si se oponen seria a un acato radical por parte del Partido Nuevo Progresista (PNP) de alegar que un voto por ellos es un voto por la estadidad.  Pero ya sabemos que es un disparate, y que todo modelo de integración a la brava es inexistente.  Votar por el PNP es votar por administrar la colonia.

Entonces el partido histórico, el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) también asume que votar por ellos es administrar la colonia.  No hay intención de proclamar la independencia, que no sea llamar a una asamblea constitucional de estatus para dilucidar el estatus en su momento. 

Finalmente, pese a todo Proyecto Dignidad (PD) y Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) pese a todas diferencias ambos coinciden en que el estatus no está en issue, así como en que ambos partidos desean administrar bien la colonia.  Por lo cual, ambos aspiran a ser buenos administradores.

Lo interesante es que desde la relación colonial con los EE.UU. las elecciones del 2024  se presentan como la “tormenta perfecta” para reproducir la paz colonial. Esa paz colonial es buena para el capital, para los sectores pro EE.UU. y sobre todo para Washington. 

Tan buena es la paz colonial, que al PNP no lo han acusado de un solo acto de corrupción en 18 meses.  Tanto ellos como Washington, muy complacidos. Pensemos.