Donald Trump nunca ha dicho que va a crear un tribunal especial para enjuiciar a los miembros del Partido Demócrata por corrupción y nepotismo. Lo que siempre ha dicho es que los va a meter presos. Ese radicalismo de derecha hoy, al cual se unen muchos ya en el continente americano, esta ausente en el debate boricua electoral.
En Borinquen, pensamos en crear un tribunal especial para exponer a los responsables de la deuda, tanto en el gobierno como en el sector privado. Hoy el debate sobre esto es en cuanto a si procede o no legalmente. Pero nadie va presa.
Ahora hay que resolver los asuntos de cómo se implementaría eso. Hay una gran diferencia entre el radicalismo de derecha, y el conservadurismo progresista o de izquierdas. Se pierde el país entre abogados y abogadas hablando de cosas extrañas, mientras nadie va preso o se siente amenazado de ir preso. Cambiar la narrativa sería posible, pero necesitaría de un proceso de asumir de forma radical la postura de los progresistas e izquierda.
Sobre tribunales especializados tengo alguna experiencia. Participe en todos los que en la década de 1990 y principios del 2000 se hicieron en Puerto Rico, Nueva York y España, para explorar las dimensiones del caso colonial de Puerto Rico. Dicho esto, fui asesor para el gobierno de Nelson Mandela, de procesos que tuvieron que ver con la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional de dicho país. Luego asesore, oriente o participe en procesos similares en el País Vasco, Irlanda del Norte y Colombia. Por lo que, ¿Queremos un tribunal o queremos meterlos presos?
Si vamos a tomar en serio las elecciones, deberíamos tener otros asesores en el comité de campaña. En particular, personas que puedan dar luz de cómo se deben trabajar por cohorte sectorial, para alcanzar una victoria. Hablar de un tribunal puede ser interesante para la cohorte 18 a 22 o 23 a 30 de la comunidad electores. Cohorte muy pequeña para ganar las elecciones.
Pero las cohortes que dan la victoria hoy en Puerto Rico son los que comienzan en los 30 años y terminan en los electores de mayor edad, posiblemente en los 100 a 105 años. ¿Alguien puede pensar si a ese sector le interesa un tribunal especializado? No nos parece. Pensemos.
Ojo, ojo con la idea de un Tribunal [se diluye todo en argumentos legales que no provocan victorias electorales]
