Tania Anaid Ramos González, AZULA [nuestra entrevistada]

Cultura

Tania Anaid Ramos González (San Juan, Puerto Rico, 1971-) es poeta y columnista internacional. Estudió en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, donde obtuvo su doctorado en Filosofía y Letras (Ph.D., 2018). En su tesis doctoral aborda el tema del amor en la poesía de la puertorriqueña Ángela María Dávila. En 2002, su tesis de maestría fue reconocida con el Premio Gertrudis Gómez de Avellaneda, que otorga la UNESCO a la mejor a la mejor investigación de poesía en el Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico. Parte de su trabajo creativo ha sido reconocido por el PEN de Puerto Rico Internacional (2014, 2022). Ha tenido a su cargo la edición de la Revista de Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico y ha dirigido el programa de pruebas estandarizadas de conocimiento y aptitud en el área de español para Puerto Rico y América Latina. En la actualidad, codirige el Centro Lingüístico, Literario y Cultural del Caribe-CLLCC, preside la Asociación de Profesionales de la Danza de Puerto Rico (APRODANZA) y es docente en diversas universidades de Puerto Rico. Sus columnas se publican en la revista Posdata Digital de Santa Fe, Argentina, la Revista Latina NC de Estados Unidos y en los periódicos El Sol de Colombia y El Siglo de Guatemala. Tania Anaid ha contestado todas nuestras preguntas. Todas sus respuestas son para ser compartidas con todos vosotros.

1.1   Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – Hace poco publicaste Llueve (2021). ¿De qué trata o tratas en este poemario y cómo recorres entre la literatura y la realidad o no ficción? ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajarlo?

1.2 Tania A. Ramos González (TARG, en adelante) Llueve es un libro en el que trabajo el tema de la tristeza, el abandono, el desamparo… Está inundado de adioses o despedidas por las que transitamos, pero también trabajo el llover como metáfora del acto creativo. Utilizo el verbo en presente, es decir, el acto más que la lluvia en sí, porque son los actos los que mueven el mundo, metonímicamente hablando. Cada poema está concebido como una isla, como una habitación por donde pasa la lluvia, o, como pequeñas esferas cuyos cristales de hielo se funden con el aire cálido y húmedo de la poesía. Hay mucho de tristeza, pero también de redención. Así que, digamos que la lluvia irriga el cuerpo textual y lo nutre para darle vida en un ciclo continuo desde la escritura.

Además, te confieso que me encanta el aroma de la lluvia al estar en contacto con la tierra, ese olor, ese sonido que suscita al caer, aviva constantemente en mí la necesidad de escribir. Aquí en el Caribe siempre llueve, así que es parte de nuestra vida lidiar con la lluvia. De esa experiencia cotidiana, además de la tristeza que te mencionaba, nace la propuesta estética del libro que a fin de cuentas es la permanencia de la poesía por encima de la tristeza y el dolor. Ante los huracanes del ser, ante la mirada fría del otro, ante la injusticia itinerante y la proteica y constante mentira de quienes dicen amarnos, que prevalezca la poesía. El cuerpo es solo recipiente de la lluvia. Nuestros actos y palabras son panteones del futuro, la apuesta al vacío es siempre desde el silencio construir nuestra utopía.

2.1 WRS - ¿Qué relación tiene Llueve con vuestro trabajo creativo anterior y hoy?

2.2 TARG –Llueve responde a un momento histórico de profunda tristeza. La poesía para mí, en el fondo, es como el óleo de un desnudo, una radiografía de la lengua y del ser. Rupturas a nivel personal y laboral generaron un ambiente nublado que propiciaron, en principio, la escritura que posteriormente trabajé para su publicación.

Cuando se publica mi primer libro, Invisibilidades (2020), aunque hubo uno anterior que se intituló AZULA en el 2011 (de poesía amorosa), su temática y estructura fueron concebidas de manera distinta. Honro a tres mujeres importantes a nivel personal e intelectual: Lolita Aulet (mi abuela), Idea Vilariño (poeta uruguaya) y Ángela María Dávila (poeta puertorriqueña). Además, fue escrito con mucha calma, hay poemas que pertenecen a distintas épocas, pero que temáticamente pedían pertenecer al libro. Sin embargo, cuando toca revisar el libro, Llueve, y ponderar qué poemas se quedan y cuáles no; quince compañeras de trabajo, incluyéndome, habíamos sido recién despedidas, sin justificación, de un empleo en el que dejamos el alma y la vida, todas durante más de 10, 15 o 20 años. Así que Llueve, junto con otro libro de cuentos que aún no he publicado, es la dosificación artística del trauma. Sin duda, con las rupturas, igual que con la muerte, se aprende a vivir. He aprendido a distinguir quiénes realmente son amigos, quiénes honran su palabra, quiénes prefieren el dinero o se venden por dinero. Con esa experiencia aprendí que cuando le tocas el bolsillo a cualquier persona, así haya sido tu amigo, no hay valores ni principios ni ética: es lo que es, el dinero toma siempre la delantera, no es el trabajo, ni el legado, ni el amor, es el dinero. Por eso, en un sentido, las guerras militares y geopolíticas son iguales a las interpersonales; la diferencia es que en la primera mueren materialmente más personas, y en la segunda se muere simbólicamente. El patrono te desaparece y los compañeros de trabajo que se quedan o los que entran nuevos a ese espacio corrupto se contaminan y mueren también simbólicamente para el que es expulsado. Desde ese lugar, reviso y termino este libro. Por tanto, tiene el hueco que deja una herida en el tiempo y la lluvia es la metáfora perfecta para homologar, verbalmente, el llanto y la búsqueda de la redención.

Por otro lado, el próximo libro, Rotura en el aire, es otra cosa. Es un trabajo consciente con el lenguaje y con la música de las palabras, con el quiebre de la sintaxis y la búsqueda del origen de los sonidos. Y Mundo repetido, tiene que ver con el Alzheimer, es la ruta que me ha tocado transitar con mi madre tras el borramiento de sus recuerdos; es la experimentación lingüística de la desaparición de la mujer que me parió y que, sin duda, es la que más me ha amado. Entonces cada libro, pide algo distinto, me mueve hacia espacios, temáticas y formas distintas de apalabrar la intensidad con la que soy poseída y miro, en cada etapa, la poesía.

3.1 WRS – Si compara su crecimiento y madurez como persona y escritora, ¿qué diferencias observa en su trabajo creativo o no inicial con el de hoy?

3.2 TARG –Todo el tiempo estamos aprendiendo voluntaria o involuntariamente. Es esa paradoja o dicotomía de cambio permanente en la vida lo que posibilita que la escritura se mueva y se renueve.  Por ejemplo, este último año he estado trabajando, junto con el poeta peruano Raúl Castañeda, en un Ciclo de poesía hispanoamericana (2023-2024). Cada entrevista, cada lectura, cada discusión con los poetas convocados mueve también lo que escribo. No puedo dejar de indagar, de preguntar o cuestionarme sobre el hecho poético, es una búsqueda continua. Desde el primer contacto que tuve con la poesía hasta el último que tenga, creo firmemente, que el trabajo creativo estará cambiando, creciendo, madurando o buscando nuevos paradigmas desde donde mirar o mirarse.

Te cuento una anécdota de infancia. Cuando me enamoré de la poesía por primera vez, como una loca desquiciada, tenía ocho años. Los ejercicios de gramática tradicionales que nos piden redactar, en especial las oraciones simples y compuestas coordinadas, yuxtapuestas y subordinadas eran un caos. ¿Por qué? Porque me iba al patio y un espíritu viejo me dictaba las oraciones, entonces ni la maestra ni Dios las entendían: sujeto omitido, neologismos, elipsis de verbos… y mi abuela, fiel defensora de la lengua, pero también de la poesía, vio algo que yo no, y empezó a leerme poesía. Fue automático en mí querer hacer eso que ella me leía, maravillarme con el uso de las palabras y, por supuesto, establecer diferencias entre el lenguaje común y el literario. Pero fue instantáneo, amor a primera leída. No escribo hoy como en esos tiempos y más vale. Pero es el hambre infinita por indagar la poesía lo que mueve mi trabajo creativo. Trabajar el poema, como trabajar el amor, incesante, apasionada, seriamente y con rigor, ese para mí es el camino.

4.1 WRS – Tania Anaid, ¿cómo visualiza su trabajo creativo con el de su núcleo generacional de escritores con los que comparte o ha compartido en Puerto Rico y fuera?

4.2 TARG – Amo la poesía y no hay medida ni consideraciones al respecto. Eso está fuera de todo razonamiento y explicación para mí, ya sea en Puerto Rico o en el extranjero. Con los poetas es distinto, el proceso es gradual. En mí el gusto por la poesía, en principio, es visceral, intuitivo y posteriormente intelectual. De tanto leer, llegas a preferir unos más que otros. Me seduce el asombro y la inteligencia en el poema, me importa el compromiso y la disciplina del poeta y la potencia de su escritura (aunque también sus posturas políticas); pero hay textos que me atrapan y escapan a esos paradigmas. La literatura puertorriqueña actual, igual que la del siglo XIX tiene poetas increíbles. No establezco comparaciones porque puede inducir a error. Cada generación aporta lo que le toca circunstancialmente, responde a un momento histórico, una ideología, una mirada estética a favor o en contra de la anterior. Habrá grupos poéticos, movimientos literarios, poetas solitarios, vanguardistas, malditos, poetas que destruyen a otros poetas, poetas que me gusten más, otros menos. Me parece que lo importante es que se siga publicando y escribiendo, ya la historia y las próximas generaciones dirán.

Por otro lado, me interesan los poetas que me mueven el piso y me quitan el aliento, los que me hacen pensar y repensar, los entienda o no; los otros, solo los leo una vez. Me he dado cuenta de que es parte del camino de las artes en general: construir, destruir, deconstruir… Solo paso juicio de lo que amo en la literatura para entenderlo, si es que es posible, porque no entender es otra forma de conocimiento, si es un acto consciente. Analizar un libro o un poema es para mí la forma de abrirlo y hurgar el amor que le tengo a la poesía, porque es adentrarme a su musicalidad, a la médula, además de disfrutarlo.

En mi poesía, intento ir por esos derroteros, pienso mucho lo que escribo, mido el verso, aunque no parezca, trabajo el ritmo, ordeno las vocales, las acentuaciones, la selección de palabras, me lo tomo en serio, se me va la vida. Pero no espero nada de nadie. He aprendido a no esperar nada de la gente, ni bueno ni malo, igual siempre me sorprenden; pues es así también con el proceso de escritura. Lo cierto es que busco una armonía entre la voz lírica y la polifonía circunstancial e histórica.

5.1 WRS - ¿Cómo concibe la recepción a su trabajo creativo dentro y fuera de Puerto Rico, y la de sus pares, bien sean escritores de poesía u otro género?

5.2 TARG –La recepción de la literatura puertorriqueña, porque no hablaré de mí, pues me interesa el colectivo, Puerto Rico-Caribe, quizá por cuestiones que tienen que ver con la difusión y divulgación de las obras fuera de nuestro país, es escasa, que no nula. Nos leen poco, en general, nos conocen poco. Creo que nosotros leemos más literatura de otros países hispanoamericanos que lo que nos leen a nosotros. De hecho, el Ciclo de poesía hispanoamericana surge por la necesidad de visibilizar nuestras voces y ponerlas a conversar con escritores de otros países. Es un espacio para el encuentro y para seguir leyéndonos. Retomo el camino de mis ancestros, como decía Bashō, y de algunos colegas contemporáneos también. Las distancias se han acortado con el fenómeno de Internet; así que, es la forma de seguir el diálogo y compartir literatura.

Otra confesión… este Ciclo de poesía es un gran esfuerzo hecho sin recursos y sin ánimo de lucro, lo hemos emprendido por amor a la poesía. Pudo haber sido una conversación privada y nada más, pero cada autor nos generaba tantas preguntas interesantes que nos dijimos, esto hay que compartirlo. Así que, aprovecho esta oportunidad para mencionarlo porque he recibido críticas por la selección de los poetas, e inclusive por la exclusión de ciertos países con una gran tradición literaria como si fuera intencional. Lo cierto es que es una muestra y uno de los criterios ha sido darle visibilidad a escritores puertorriqueños que han tenido poca en nuestro país y ni hablar fuera, y ponernos en contacto con escritores hispanoamericanos que siendo extraordinarios desconocemos o muy poco conocemos, tanto en Puerto Rico como en otros países latinoamericanos. Esto, por un lado, porque hay escritores puertorriqueños que ya son conocidos a nivel internacional y no necesitan de un Ciclo para visibilizarse. Por otro lado, entrevistamos a los escritores que gentilmente han accedido y aceptado la invitación, pues hay poetas que han dicho que no y otros que no nos han respondido. Este es un proyecto en el que pongo mi dinero para que se geste y mucho tiempo para la investigación y edición de las entrevistas, y lo hago porque genuinamente lo mueve el amor por la poesía. La Universidad de Puerto Rico y el Seminario Federico de Onís del Departamento de Estudios Hispánicos lo acogieron porque vieron el valor que tenía. Pero el trabajo y el esfuerzo es nuestro y es impagable. He hecho este ciclo junto con el poeta peruano Castañeda, precisamente, porque vi la oportunidad de abrir esa recepción. Por eso, a quienes han criticado esta primera entrega, pronto saldrá la segunda, mi invitación es a hacer lo mismo e incluir a todos los que entiendan lo ameriten. Ojalá tuviéramos el tiempo para entrevistar a diez poetas mínimo por cada país, pero no ha sido posible. Ahora bien, también hemos recibido muchos elogios por el trabajo. Los poetas nos han agradecido el que los hayamos considerado y somos nosotros los agradecidos por tenerlos y por tenerlos vivos para hablarles y preguntarles sobre su trabajo. Así que, regresando a tu pregunta, veo un problema serio con la recepción de la literatura puertorriqueña, y he buscado de forma espontánea y microcósmica hacer algo para remediarlo.

6.1 WRS – Sé que eres de Puerto Rico. ¿Se considera una autora puertorriqueña o no? O, más bien, una autora de literatura, sea esta puertorriqueña o no. ¿Por qué? José Luis González se sentía ser un universitario mexicano. ¿Cómo te sientes?

6.2 TARG – Me considero una escritora puertorriqueña y caribeña con toda la complejidad que implica ser afrodescendiente, indígena, española, árabe, judía…, en fin, una mezcla, un mejunje de razas y creencias. Las distinciones aportan, las diferencias enriquecen la literatura. Por ejemplo, lo que me gusta de lo Real Maravilloso hispanoamericano es lo que aporta Alejo Carpentier del Caribe negro, nuestra América negra, Pedro Uslar Pietri de la América mestiza y Miguel Ángel Asturias de la América indígena, (lo indígena maya). Somos distintos, no somos iguales y a la vez nos une un dolor parecido. Lo diferente nos complementa y nos lleva al asombro y a la belleza profunda de nuestra heterogeneidad. Otro ejemplo, en las entrevistas del Ciclo de poesía, el poeta uruguayo Eduardo Espina nos decía, que antes de morir, los poetas del llamado neobarroco hispanoamericano, es decir, él, José Kozer, Roberto Echavarren, Eduardo Milán, entre otros (porque él entiende que es lo neobarroco lo que nos diferencia de los estadounidenses y europeos, desde Sor Juana hasta el presente —ver las entrevistas del Ciclo—), pensaban lanzar a nivel poético “una bomba atómica”. —“Somos neobarrocos”, —decía, —“eso no nos los quita nadie”, —comentaba enfáticamente; pero a la vez, Espina es más gauchesco, Kozer es más cubano, pero no desde la revolución, Eduardo Milán va por otro camino siendo neobarroco también. No ha habido ninguno que haya querido ser lo que no es, y cada poeta aporta una sonoridad, un léxico, una sintaxis particular. Los peruanos saben cuál es su tradición poética y la celebran y buscan renovarla, en ellos vibra Lima, el Cusco, el Amazonas; en nosotros vibra otra geografía y eso está en la escritura también, no podemos fingir, aunque hay quienes lo hacen, yo no puedo. Somos Caribe y te aseguro que no quiero escapar a esa realidad sin importar su complejidad ni riesgos.

7.1 WRS – ¿Cómo integra su identidad étnica y de género y su ideología política con o en su trabajo creativo?

7.2 TARG –La identidad y la ideología política están en todo lo que escribimos. Creo que no hay forma de separarnos. Para algunos será más evidente, para otros menos, pero está presente en toda escritura o manifestación del arte. Muy temprano aprendí, con el antropólogo peruano Walter Quinteros, a reconocer lo político de todo acto, hasta del pensamiento o principalmente del pensamiento. No estamos escindidos de ello. Pero es lo político, no los partidos, ni las sectas. No uso la poesía, conscientemente, como tribuna de nada, pero escribo de lo que quiero y me interesa sin ataduras. No leerás un poema que directamente hable contra el capitalismo y el neoliberalismo, pero implícitamente está en la poesía y en la narrativa que trabajo. Por ejemplo, mi poesía es muy femenina. Si trabajo el tema erótico hablaré desde mi postura heterosexual, que no ortodoxa, pero heterosexual, no podría fingir ser otra, en ese sentido. Cuando hablo del poder, ataco al opresor, no puede ser de otra forma para mí. Cuando tengo que tomar una posición la tomo y asumo las consecuencias, pero no uso los títulos, ni mi identidad, ni la escritura para tomar ventaja de ninguna situación ni de nadie. Supongo que está en la crianza, mis padres y en especial mi abuela nos enseñaron con el ejemplo a no mentir, no robar, no invadir… La biblioteca de los nietos estaba llena de libros infantiles cubanos, las muñecas que me regalaba mi abuela eran negras, eslavas, asiáticas, eran diferentes a mí y eso era normal. Así que la identidad y lo político está en todo, incluyendo la escritura.

8.1 WRS – ¿Cómo se integra su trabajo creativo a su experiencia de vida? ¿Cómo integra esas experiencias de vida en su propio quehacer de escritora hoy?

8.2 TARG – Te comenté que el libro Llueve está vinculado directamente con una experiencia de vida (Ver respuesta #2); Mundo repetido también, dada la condición de Alzheimer de mi madre. En la narrativa, hay un libro de cuentos inédito aún, Piso 13, que es la elaboración de mi experiencia en el espacio laboral. En ese libro aparecen personajes que vienen de la República Occipital del Mediocre (RODEM), se llaman los rodemianos y llegan a la tierra para ocupar los espacios de poder en las empresas privadas o públicas, aunque perfectamente los puedes hallar gobernando o presidiendo muchos países. Pues publiqué uno de los cuentos en prensa digital en Guatemala, Argentina y Colombia, y, ¿qué crees?, hubo lectores que comentaron que la autora conocía muy bien cómo era la corrupción en su país. Sin duda, el problema de la corrupción en los espacios laborales y gubernamentales es un mal común. Entonces sí, creo que es más evidente y explícito, aunque trabajado, en mi narrativa la experiencia vivida. Pero quizá por eso me demoro, porque quiero que sea literatura, no un relato más. 

9.1 WRS – ¿Qué diferencia observas, al transcurrir del tiempo, con la recepción del público a su trabajo creativo y a la temática del mismo? ¿Cómo ha variado?

9.2 TARG – La recepción del público, como te mencionaba, es gradual y lenta. Todos los poetas que entrevisté decían algo parecido, por ejemplo, decían que solo nosotros, entre los poetas, nos leemos; otros, que se publica mucha poesía, pero no se vende tanto y de hecho, los libreros lo confirman, se vende más narrativa que poesía. Por otro lado, mis primeros dos libros han recibido menciones de honor del PEN de Puerto Rico (Invisibilidades antes de ser publicado, en el 2014, y Llueve en el 2022), entonces pareciera que sí. Este año hubo que imprimir una segunda edición de Invisibilidades, así que se está leyendo. Algunos colegas escritores han reseñado mis libros y agradezco su mirada y lectura. Son muchos los y las colegas que han publicado textos hermosísimos. O sea que la publicación de libros de poesía es un camino de resistencia contra la banalización de la poesía misma y del mercado.

Con respecto a la temática, es más bien la forma de exponerla, es el asombro de la mirada ante la lengua, esa que te deja tirada en la calle, la palabra que compite contra sí misma en el poema, saqueada, amada, vituperada, enredada, con la que trabaja todo poeta. En mí hay una búsqueda inagotable por apalabrar lo que no se puede, lo que descentra al lenguaje y a la lengua, además de investigar, indagar qué es eso que llamamos poesía, y de llegar al acūmen, pensado desde el latín.

10.1 WRS - ¿Qué otros proyectos creativos tienes recientes y pendientes?

10.2 TARG – Se está presentando en las redes sociales y en la página de YouTube del Seminario Federico de Onís el Ciclo de poesía hispanoamericana actual 2023-2024 que consta de 19 entrevistas, y lecturas de poemas, a escritores hispanoamericanos. Este proyecto, acogido por la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, Facultad de Humanidades, Departamento de Estudios Hispánicos, Seminario Federico de Onís, comenzó en octubre (Primera entrega) y terminó en diciembre 2023; la segunda entrega está pautada para finales de enero hasta abril del 2024. Es un proyecto en el que llevamos trabajando poco más de año y medio. Las entrevistas son un buen termómetro para medir la temperatura de la poesía actual, estilos, temáticas, qué se ha estado publicado desde el 70 hasta ahora. Los escritores convocados, la mayoría, no todos, son educadores, entonces son muy elocuentes y elaboran hermosas metáforas y analogías sobre la escritura, la poesía y autores o movimientos literarios imprescindibles.

Por otra parte, está pendiente en febrero una lectura con poetas internacionales, es otro proyecto que ha corrido paralelo al de las entrevistas.

También están pendientes a publicarse dos poemarios y dos libros de cuento, uno de ellos de microrrelatos. Además, una serie de cuentos infantiles que ojalá se concrete. No tengo prisa por publicar, ya saldrán a la luz cuando sea su tiempo y se pueda. Por ahora, mi prioridad sigue siendo vivir, es decir, conseguir estabilidad laboral y echar pa´lante mi familia.