(San Juan, 1:00 p.m.) En los programas de radio auspiciados por el Partido Nuevo Progresista (PNP) en el día de hoy, reconocieron la victoria de Donald Trump, pero lo hicieron con “las muelas de atrás”. La victoria del expresidente anoche en New Hampshire, impone una lógica: quien gana los dos primeros caucus, siempre gana las elecciones. Trump, está en camino de convertirse presidente de los EE.UU., y en Puerto Rico no se quieren enterar.
Realmente hablando, son las fuerzas estadistas, las que no se tienen de su victoria. No se quieren enterar, pues piensan que este les retrasa en su proyecto de anexión. Ese pensar es fácticamente cierto. Trump y el Partido Republicano que él comanda, no apoyan la estadidad para Puerto Rico, por lo cual, ¿no será bueno que él salga para detener la estadidad? Pero, ¿es detener la estadidad nuestro único proyecto? No.
Detener la estadidad es un proyecto. Adelantar la independencia es otro proyecto. Por lo que, tal vez, Trump pueda ser un aliado importante para adelantar la agenda de la independencia de Puerto Rico. El temor del PNP no debe ser el temor de las fuerzas independentistas.
Ante este cuadro, valdría la pena que las fuerzas independentistas adelantaran la independencia conversando con el Partido Republicano. Estos tal vez son mas afines a nuestro ideal. Pese al miedo de los PNP, el independentismo tiene una oportunidad por delante. Pensemos.