Será que hace tiempo dejé de contar los muertos, las desgracias y los años que tiene la lucha de guerrilla en Colombia. Lo cierto es que nos encontramos en un nuevo capítulo donde las fuerzas militares del gobierno de Colombia, luchan contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por alcanzar la paz positiva (es decir, sin violencias) o la paz negativa (una victoria que comprometa al derrotado a negociar). En este proceso llevamos un tiempo, y ante la nueva ronda de negociaciones por la paz, algo se ha adelantado.
Pero el grupo de la sociedad civil colombiana Red Nacional de Iniciativas Ciudadanas por la Paz y contra la Guerra (REDEPAZ) ha tomado la postura de solicitarle a ambas partes en conflicto, que del 15 de diciembre al 15 de enero, acepten una tregua. La idea es que ambas partes dejen de agredirse, aunque sea de forma simbólica, por un tiempo. Esto parece sencillo pero no lo es. En la actualidad y muy a pesar de lo proceso de negociación entre el estado colombiano y la guerrilla, que se realizan en varios países de América Latina y Europa, la postura de ambas partes en conflicto es continuar la guerra. Por un lado hablan de la paz, y por otro lado continúan la guerra.
Ante esto REDEPAZ ha pedido, y de forma simbólica ha pedido que cesen las hostilidades. Esto lo que busca es crear un imaginario social de que se puede vivir en paz. Que no hay urgencia de agredir a nadie ni de causarle daño, y que por el contrario, ambas partes están vinculadas por las mismas creencias religiosas que hacen las festividades de navidad, un evento compartido.
Ya veremos si esta iniciativa por la paz toma vuelo. Lo cierto es que no podemos depender solo de las fuerzas militares y su buena voluntad para conseguir la paz. Algo debemos nosotros de hacer desde la sociedad civil.