La incongruencia de un independentista puertorriqueño

Lcdo. Víctor García San Inocencio

Historia

A continuación analizo un extracto de un artículo de opinión escrito por el independentista (PIP) Lcdo. Víctor García San Inocencio en un periódico digital de referencia en Puerto Rico. Hago esta crítica porque me pareció incongruente el planteamiento del Lcdo. García San Inocencio en esa parte del escrito. Al parecer intenta limpiarle el rostro a un político corrupto, cuando por otro lado García San Inocencio (en otra columna condena al Presidente de El Salvador Nayib Bukele por “violación de los derechos humanos de delincuentes encarcelados”. Esta última aseveración no se discutirá aquí.)

He aquí lo que dice el licenciado García San Inocencio, en su artículo antes mencionado, refiriéndose al político corrupto Ángel Pérez Otero recientemente enjuiciado a cinco años de prisión. “El representante Pérez Otero era un legislador trabajador, estudioso, diligente, respetuoso y buen compañero. Hijo de la pobreza y del trabajo, sin negarlo u olvidarlo, como le sucede a tantos, Ángel se preocupaba por los desposeídos, por las personas a quienes continuamente les pisoteaban la dignidad y sus derechos. Quizás él, más que ninguno de sus compañeros, conocía mejor la parábola del Buen Samaritano y se esmeraba por hacer el bien desde su cargo, haciendo las cosas bien, teniendo el respeto de no pocos y la consideración de muchos.”

Aunque García San Inocencio usa el pretérito “era” al referirse al político estadista, para mí todavía lo es hasta tanto se rehabilite, y el futuro es incierto. Aun así, en mi parecer usa palabras bonitas, pero ignominiosas para quien no se las merece. Si el señor Ángel Pérez Otero, exalcalde de Guaynabo, enjuiciado recientemente por corrupción a cinco años de presidio,  hubiera sido un “trabajador, estudioso, diligente, respetuoso y buen compañero” estoy más que seguro que hubiera luchado por los derechos inalienables de los trabajadores puertorriqueños que han perdido sus sacrificios de toda una vida y están perdiendo sus beneficios a causa de un gobierno inoperante e insensible a estos humanos puertorriqueños. El exalcalde de Guaynabo no tiene ningún historial de ser un luchador a favor de los pobres ni de los trabajadores. Lo que hizo, de ser algo justo, fue debido a su deber como exrepresentante o exalcalde para ese compromiso se eligió. Y no para cometer fechorías.

Cuando un servidor público (político) no se olvida de lo que fue, de donde vino, y se preocupa “por los desposeídos” a quienes se les “{pisotea} la dignidad y sus derechos”, no les ultraja la confianza en ser electo ni les roba. Ángel Pérez Otero es un ultrajador de la dignidad de un pueblo noble. Un político que roba es una persona egoísta.

Identifica, el licenciado independentista, al exlegislador corrupto como un “Buen Samaritano”. ¿Un “Buen Samaritano”? ¿“Por hacer el bien desde su cargo”? El único bien que hizo el político PNP fue beneficiarse como un mal samaritano. Un buen samaritano no se lucra ni roba. Un buen samaritano es una persona que da lo que tiene para beneficiar a los menos beneficiados, no le quita a los desposeídos para lucrarse. Irónicamente, Ángel Pérez Otero hizo tan mal las cosas que fue a parar a la cárcel.

Estoy convencido que el Lcdo. García San Inocencio está tratando de limpiarle la cara sucia a un individuo que no merece misericordia. Y se olvida de los atropellos que han cometido los líderes del Partido Nuevo Progresista (PNP) contra los independentistas puertorriqueños. Quien olvida los hechos históricos será víctima de peores consecuencias. Aquí no hay espacio para escribir todos los abusos que ha cometido el movimiento estadista que, por todos los medios, ha intentado aniquilar a los independentistas y al movimiento libertador de Puerto Rico. Voy más allá, la misión del PNP es desaparecer toda la estructura cultural de PR y extinguir al puertorriqueño.

Yo no estoy en contra de los estadistas. Pero de los estadistas decentes que de acuerdo a sus convicciones piensan que es lo mejor para PR. Personalmente tengo familiares y amigos y conocidos que creen en la estadidad, pero no son corruptos. Por tal motivo merecen mis respetos, y los quiero porque a su vez son mis hermanos puertorriqueños. Que diferenciamos en ideales y en modelos políticos que sean lo mejor para nuestra Patria es irrelevante. Ellos expresan sus opiniones, de acuerdo a lo que se les ha enseñado, y yo expreso las mías de igual forma. Yo pienso que ellos están mal, y ellos piensan que soy yo el que está mal. Sin embargo, de todos los que conozco, ninguno es un pillo, ni yo lo soy. Ahí radica nuestro respeto mutuo.

Cuando se deja de ser juicioso contra el mal y se comienza a “resbalar”, y doblegamos en nuestras creencias dignas, “nos descocotamos”, como bien decía Don Pedro Albizu Campos, y más que nada dejamos de ser cristianos. No se puede perdonar ni olvidar a quienes le ultrajan el fisco y los beneficios al pueblo trabajador, ni mucho menos perdonar a quienes violan su juramento colocando su mano sobre una Biblia. Que fueron débiles y cometieron errores, y se lucraron, pues que los enjuicien y los encarcelen.

La incongruencia del Lcdo. Víctor García San Inocencio hay que aclararla. ¿Por qué? Porque si a Ángel Pérez Otero no se le hubiera investigado y no se hubiera enjuiciado, hoy todavía estuviera robando. Analícelo como un hecho.