(San Juan, 9:00 a.m.) Todo indica que las agencias de seguridad federal en Puerto Rico, son muy diligentes cuando les conviene. En el caso del asesinato del policía estatal, Eliezer Ramos Vélez, donde ya han sido detenido tres de cuatro sospechosos, demuestra con la rapidez con la cual operan las agencias federales cuando un evento social les preocupa o puede alterar el orden colonial. La trágica muerte del policía Ramos Vélez, no es aceptable. Se trata de un asunto criminal. Ahora bien, lo interesante fue la reacción de los federales que de forma inmediata, en asistencia a las autoridades estatales, establecieron un mapa de la situación y procedieron a arrestar a una serie de personas vinculadas con el evento. Les queda uno, de apodo Cdobleta, cuyo nombre es Luis Nomar Isaac Sánchez, quien aparentemente es la tarjeta objeto de la investigación.
El problema del trasiego de drogas y el bajo mundo en Puerto Rico, tiene su origen en las fronteras de Puerto Rico con el resto del continente americano. Pero también tiene que ver con el trato que le proveen a los boricuas de la isla, donde la criminalidad sigue siendo uno de los problemas centrales y esenciales del país. En un país soberano, el narcotráfico y el bajo mundo sería atendido de otra forma. Esto tiene ejemplos de distintos colores y matices. Cuba es posiblemente el de mayor éxito en el continente. Mientras el de El Salvador, es otro modelo con sus luces y sombras. México plantea otras posibilidades hoy. Pero la inseguridad hoy en Puerto Rico tendría que ser vista a partir del manejo inconsistente por parte de los federales. Cuando les conviene resuelven rápido. Cuando no, se van a la lenta. Pensemos.
