Elecciones 2012: el día después

Política

Se calman las aguas en tanto en el Caribe como en Washington. En Puerto Rico el principal partido de oposición, el Partido Popular Democrático se impuso en el puesto de la gobernación, la principal alcaldía del país, San Juan, y con muchos municipios a lo largo de toda la isla, y ambas cámaras del gobierno. Es decir, casi casi tuvieron un copo electoral.

De igual forma venció el presidente incumbente en los EE.UU., Barak Obama. Esto lo pone en una posición interesante en un segundo mandato, en el cual no tiene ninguna presión de hacerlo bien o mal, pues tiene un término fijo el cual vence sin renovación el próximo año 2016.

Esto es un momento particular, pues por primera vez en casi 10 años, se da un gobierno tanto en Puerto Rico como en Washington de naturaleza demócrata. Hay que ver que pueden hacer dos poderes ejecutivos, el del gobierno federal y el del gobierno estatal al respecto. Normalmente cuando hay un gobierno de demócrata en Puerto Rico, hay uno republicano en los EE.UU. Ahora habría que ver que pasa cuando coinciden.

Dicho lo anterior, las elecciones en Puerto Rico no dejan de ser fascinantes, pues el partido que ganó, logró amarrar los votos de miles de independentistas e independientes, a través del miedo y la aspiración de vivir con mayor libertad bajo su mandato. Hay que ver que pasa ahora. Las promesas hay que cumplirlas. Pero para el sentido de calma que se vivió hoy en Puerto Rico, el día después de las elecciones, es sintomático de que la gente espera cierto bienestar.

Lo que si es algo a evaluar en Puerto Rico es el hecho de que los llamados partidos emergentes en la isla, de los cuales se conocen tres, se esperaba mucho más de ellos. Entre los tres, no llegaron ni al dos porciento de los votos capturados. Esto es algo muy penoso que nos hace pensar en los comportamientos humanos y como los mismos se materializan.

En fin, final del noveno, como canta Rubén Blades en una canción. Aquí se definió el juego.