En lo que aparenta ser un movimiento magistral, según el Banco Mundial, ha habido un crecimiento del 30% de lo que constituyen las clases medias en esta región combinada del planeta. El informe titulado ¨Movilidad económica y el crecimiento de la clase media en América Latina¨, indica que entre el año 2003 al 2009, hubo un crecimiento importante de personas en la categoría de clase media. A principios del Siglo XXI, habían 103 millones de personas en esta categoría, para el año 2009, hubo un incremento a 152 millones de personas.
La categoría de clase media, según el Banco Mundial, son aquellas personas que generan un ingreso diario entre $10.00 USD a $50.00 USD. Aunque suena un tanto arbitraria esta categoría numérica, la misma da paso a entender patrones de ingresos, lo cual permite establecer algún medidor que defina mejoría económica y movilidad social. En esta medida, y a manera de ejemplo, el informe indica que a pesar del crecimiento de esta clase media, hay otro segmento social, que tiene todos los visos de vulnerabilidad: esta es la población que genera entre 0 y $4.00 USD al día, que vive desde los márgenes del desarrollo y la precariedad. Este segmento social representa el 38% de la población de la región hemisférica, lo cual representa una población bastante grande.
Para los que vivimos en lugares económicamente deprimidos del Caribe, como lo es el caso de Puerto Rico, este informe posiblemente no haga mucho sentido. En particular, dado que en la última década, tomando en cuenta el censo del 2010, hubo una reducción de la clase media y un aumento de los procesos de empobrecimiento general de la población. Esto se traduce en menos empleos con garantías de seguridad social adecuadas, mayor fragmentación de las fuentes de ingresos (pluri-empleo) y sobre todo migración masiva de Puerto Rico a los EE.UU – en un porciento significativo de no retorno.
Entonces, tomando con interés lo que dice el Banco Mundial, de lo que hablamos de un crecimiento de un sector social. Los problemas aún no están resueltos, pero habrá que ver como se traduce esta movilidad social. Lo importante, es ver como la misma se hace sustentable, y mejora la calidad de vida de forma permanente de los moradores del Caribe y América Latina.