Un modelo cubano para controlar la violencia y criminalidad

Justicia Social

Le guste a usted o no le guste, los indicadores más bajos sobre el control de la violencia y la criminalidad se encuentran hoy en el Caribe, en la isla de Cuba. Según la oficina de la Organización de las Naciones Unidas de Drogas y Crimen, para el año 2009, Cuba contó con cinco asesinatos por cada 100 mil habitantes. Más bajo que Cuba en la región del Caribe, sólo se encuentra la isla de Martinica, la cual es una extensión territorial de Francia en esta región.

Martinica tuvo 4.2 asesinatos por cada 100 mil habitantes. Por otro lado, Cuba seguido por Haití son las islas más pobladas de esta región, teniendo la primera 11 millones de habitantes y la segunda 10 millones de habitantes.

En el caso de Puerto Rico, con una población menor que la cubana, de menos de cuatro millones de habitantes, esta isla caribeña tuvo un total de 26.2 asesinatos por cada 100 mil, también para dicho año. Aunque las estadísticas para el año 2012, no se encontraban disponibles, todos los indicadores señalan que sigue siendo el país con mayor población del Caribe, y con las condiciones de seguridad personal mejor garantizadas.

¿A qué se debe el fenómeno de Cuba? Por un lado lo que aflora, es haber realizado una revolución para terminar con la desigualdad. Cierto o falso, pero la desigualdad como la entendemos económicamente hablando no está puesta en su sentido más problemático en Cuba. De otro lado, los problemas asociados al narcotráfico, no se perfilan de esta forma en este país. El control del narcotráfico y la violencia asociada, son fenómenos que no están puestos en Cuba, como en Jamaica, República Dominicana o Puerto Rico. De igual forma, la centralidad del estado cubano debe incidir en un manejo más adecuado del control de la criminalidad. A esto habría que sumar lo que en apariencia se perfila en cuanto a bajos niveles de corrupción gubernamental en la administración de la justicia y en particular la justicia criminal.

En fin, que deberíamos pedirle al gobierno de Cuba que venga a los otros países del Caribe a asesorarnos en materia de control de la criminalidad y la violencia. A lo mejor podríamos mejorar la calidad de vida de algunos de los otros países.