¿Cómo evitar las enfermedades relacionadas con el agua durante las emergencias?

Salud
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

Las tres prioridades máximas con respecto al agua potable y al saneamiento en situaciones de emergencia consisten en:

• asegurar que la población afectada por la crisis reciba cantidades suficientes de agua salubre para beber y para la higiene;

• asegurar que todas las personas afectadas por la crisis tengan acceso a instalaciones sanitarias higiénicas;

• fomentar conductas higiénicas.

Es fundamental que exista una actuación eficaz y bien coordinada de todos los participantes en la respuesta a la emergencia cuando los sistemas de saneamiento existentes están dañados o bajo presión debido a la existencia de un gran número de personas desplazadas o sin hogar.

La primera prioridad consiste en proporcionar una cantidad suficiente de agua, aunque no se pueda garantizar su salubridad, y proteger las fuentes de agua de la contaminación. Se debe suministrar un mínimo de 15 litros por persona y día lo antes posible. Durante las emergencias, la población puede usar agua no tratada para lavar la ropa o bañarse. La calidad del agua debe mejorarse de forma urgente en los días siguientes.

La eliminación inadecuada de los excrementos humanos constituye un importante factor de riesgo en las situaciones de emergencia. Es imprescindible organizar inmediatamente los servicios de saneamiento, creando lugares específicos para defecar o letrinas colectivas de zanja. Las instalaciones de emergencia deben mejorarse de forma progresiva o sustituirse por letrinas de pozo simples o ventiladas, o letrinas de sifón. Es necesario mantener limpias y desinfectadas las letrinas de todo tipo.

El suministro de agua potable y servicios de saneamiento a los centros sanitarios tiene máxima prioridad. El agua de bebida salubre, las instalaciones sanitarias básicas y la eliminación de los desechos infecciosos en condiciones de seguridad evitarán la propagación de enfermedades y mejorarán las condiciones de salud.

En cualquier caso, las prácticas higiénicas adecuadas son fundamentales para evitar la transmisión de enfermedades. Se debe proporcionar agua en cantidad suficiente para permitir una buena higiene. Hay que lavarse las manos inmediatamente después de cada defecación, después de manipular las heces de los niños, antes de preparar la comida y antes de comer.