Aparentemente, el marco de legalidad y estabilidad que puede ofrecer una relación reconocida por el estado puede ayudar a que las personas a sentirse mejor. Así lo determinó un estudio reciente de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de California, en Los Ángeles. “Hemos establecido que hay una relación fundamental entre tener una relación legalmente reconocida y mayor salud psicológica”, indicó Richard Wight, autor del estudio e investigador asociado de UC.
El estudio encontró que el distrés psicológico fue más bajo entre personas en relaciones legalmente reconocidas, fueran heterosexuales u homosexuales, no se logró establecer, sin embargo, una relación de causa efecto. El autor especificó que aunque no fue probado con este estudio, ellos entienden que la salud mental de las personas LGBT mejora en la medida que van teniendo acceso a relaciones que provee mayor reconocimiento legal y social.
Wight aclaró que a pesar de los beneficios psicológicos de las uniones legalmente reconocidas, el matrimonio no tenía que ser la única opción, “El matrimonio entre personas del mismo sexo es mejor indicador de la salud psicológica, pero no existe diferencia estadística entre aquellos casados y aquellos que están registrados como parejas domésticos”. Añadió que para las parejas heterosexuales el matrimonio es asunto de afecto, mejores recursos económicos, reconocimiento de la relación e integración dentro de la comunidad. Para las parejas LGBTT es todo esto más un sentido de equidad con los otros y reducción de la estigmatización.